Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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“Necesito recordar qué pasó ese día para encontrarle una explicación”

El Tribunal en lo Criminal Nº 2 analiza la conducta de Dante Brandoni, quien está sindicado como el autor de las 77 puñaladas que terminaron con la vida del comerciante Juan Carlos Álvarez, ocurrida en el barrio Paihuen.

“Jamás se me hubiera ocurrido matar a Juan Carlos para después robarle porque eso no coincide para nada con mi personalidad; yo no soy una persona violenta. En ese momento sentí muchísimo miedo al estar siendo atacado por él y a lo único que atiné fue a defenderme. No esperaba que él me golpeara. Necesito recordar qué pasó ese día para encontrarle una explicación a esa reacción que tuve para cometer semejante atrocidad”.

La declaración corresponde a Dante Maximiliano Brandoni (31), quien está imputado del delito de “homicidio doblemente agravado por ensañamiento in criminis causa en concurso real con robo”, en perjuicio de Juan Carlos “Cacho” Álvarez, hecho registrado el 16 de enero de 2014 en un vivienda del barrio Paihuen.

El juicio oral y público está a cargo del Tribunal en lo Criminal Nº 2, integrado por los jueces María Eloísa Errea de Watkins (presidente), Claudia Fortunatti y Eugenio Casas, y la acusación la lleva adelante el fiscal Christian Long, titular de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 5.

El doctor Mariano Jara patrocina a Nicolás Álvarez, hijo de la víctima fatal, quien se presentó en la causa como particular damnificado, y el defensor Daniel Weiman representa a Brandoni.

“A eso de las 17.30 de aquel día llegué a la casa de Juan Carlos para negociar la posible compra de una vivienda suya en Pehuen Co. Me dijo que estaba renegando mucho con Nicolás porque era un vago. Se exacerbaba cada vez más cuando hablaba de su hijo y yo defendía a Nicolás, a pesar de que hacía unos meses que estábamos distanciados”, relató ayer el acusado en la primera audiencia del debate.

“Me acusó de que yo le robaba a mi papá. Estábamos discutiendo y le dije que dejara de compararme con Nicolás, entonces me pegó un golpe de puño y después me empujó. Me asusté”, agregó.

Según dijo el imputado, el panadero se dio vuelta, tomó un cuchillo, le aplicó un puntazo en la zona del corazón y empezaron a forcejear. “En ese momento se me apagó la luz, una nube negra se me pasó por los ojos o la mente; después de eso no me acuerdo qué pasó”.

“Cuando Juan Carlos me atacó se me vinieron a la cabeza escenas de violencia de él y Nicolás con otras personas de las que fui testigo, como el caso de un verdulero o de la persona que había usurpado una de las viviendas de 'Cacho'”, mencionó.

“Cuando recobré la conciencia estaba tirado en el piso, muy agitado y no sabía qué había pasado. Estaba lleno de sangre y me dolía mucho el cuerpo”.

Y para finalizar dijo que “entiendo la situación de Nicolás porque lamentablemente le quité la vida a su padre, pero esto no fue planificado y no tiene nada que ver con el robo del que se me acusa”.

A su turno, Nicolás Álvarez afirmó que al llegar a la vivienda de su padre, en Ciudad de Cali 3670, lo halló tendido sobre el piso y todo ensangrentado. “Había papeles y sobres tirados, y un cuchillo tipo comando que es del 'Chino' (por Brandoni); se lo había regalado en el dique Paso de las Piedras”, explicó el hombre ante el tribunal.

“Mi papá guardaba la plata en sobres por toda la casa. Si (Brandoni) le hubiese pedido dinero, él se lo hubiera dado. (El) sabía dónde mi papá guardaba el dinero porque a veces le pedía que hiciera algún depósito”, relató el hijo del comerciante asesinado.