Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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Lo arrestaron después de asaltar un autoservicio y huir en bicicleta

Claudio Eugenio Zúñiga (30) amenazó con un arma de fuego a empleados y clientes en un comercio de Aguado y Nicaragua. Se apoderó del dinero de la caja registradora, pero poco después la policía lo aprehendió.
Javier Clavell brindó detalles del atraco que sufrió.

“Hay momentos que no se olvidan, hay instantes que no se borran y mucho más cuando te apuntan con un arma de fuego”, afirmó ayer Javier Clavell, empleado de un autoservicio del barrio Universitario que sobre el mediodía resultó víctima de un delincuente, quien bajo amenazas se apoderó del dinero de la caja registradora, informó el damnificado .

Por el hecho, minutos después el sospechoso fue detenido por un efectivo policial del Comando de Prevención Comunitaria.

Se trata de Claudio Eugenio Zúñiga (30), quien se trasladaba en una bicicleta y fue interceptado con el botín en su poder –-575 pesos-- a escasos metros del comercio asaltado, precisamente en la esquina de las calles Aguado y Nicaragua, propiedad de Marcelo Nareto.

“Entró al local, me miró y me pidió plata. Le dije que la caja estaba en otro sector del negocio y de inmediato me apuntó”, dijo el trabajador.

“Al darse cuenta de que yo tenía razón, se dio vuelta y amenazó al dueño del autoservicio. Agarró el dinero, escapó en bicicleta y al toque nos avisaron que un policía lo había detenido”, agregó.

La víctima sostuvo que el ladrón “también le apuntó a una clienta, pero no logró sustraerle nada”.

“Entró con la intención de robar y se mantuvo en todo momento con la cara tapada, ya que tenía un casco de moto colocado”.

Y mencionó que “el muchacho miraba para todos lados y le dijo a mi jefe: 'dame la plata, dame la plata porque te quemo'. Marcelo le dio el dinero y el tipo escapó”.

Según el vocero, el atracador “se hallaba muy nervioso” y se mostró “bastante inexperto” al momento de portar el arma, que luego la policía determinó se trataba de una réplica de juguete.

Aunque para Javier “era de verdad; ni idea el calibre” y dijo que el ladrón “no estaba acompañado, al menos no vi a nadie esperándolo”.

“El local cuenta con una cámara de seguridad, pero está ubicada en una posición que se dificulta observar en detalles. De todas maneras esta historia terminó con un final feliz porque, en algún momento, pensé que podía pasar algo peor”, admitió.

El autoservicio abrió sus puertas hace un año y ayer sufrió su bautismo delictivo.

“Nunca pasamos por una situación semejante. Cuando te pasa es algo que te estremece. Ladrones hay en todos lados, robos hay en la mayoría de los barrios y ahora nos tocó a nosotros. Habrá que aceptarlo y seguir trabajando. No nos queda otra. Tendremos que pensar que no va a volver a ocurrir”, concluyó Clavell.

Por su parte, personal de la comisaría Segunda de policía secuestró poder del imputado la bicicleta en la que se desplazaba, el dinero sustraído un el arma de juguete.

Tomó intervención en el caso la Fiscalía Nº 15 .