Moral y Caruso fueron derivados a la Unidad Nº 30

Redacción de La Nueva.

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Finalmente ayer, poco antes del mediodía, los excomisarios Gustavo Aníbal Moral (61) y Juan Manuel Pascual Caruso (59) fueron trasladados a la Unidad Penal Nº 30, de la localidad bonaerense de General Alvear, para cumplir la condena de cuatro años de prisión que se les impuso por el delito de enriquecimiento ilícito.

Alrededor de las 11.30, el móvil número 14037, marca Chevrolet Astra, perteneciente a la División Custodia y Traslado de Detenidos, ocupado por tres efectivos, partió desde el destacamento del barrio Palihue con destino a la cárcel ubicada a 447 kilómetros de la ciudad.

En el baúl colocaron los bolsos de los expolicías y emprendieron viaje, dando de esa forma cumplimiento a la disposición del juez de Ejecución Penal Claudio Brun.

Moral y Caruso serán alojados a una subunidad de mediana seguridad que se encuentra situada junto al otro edificio y dispuesta para el alojamiento de exmiembros de la fuerza policial.

De todas maneras, la defensora oficial María Graciela Cortázar tendría la facultad de solicitar que ambos sean reubicados en alguna prisión en la que esten más cerca de sus familias.

Como se informó en estas columnas, el juez Brun rechazó en la antevíspera los habeas corpus presentados por la Defensoría Oficial, reclamando que se dejara sin efecto la orden de alojar a los detenidos en una unidad dependiente del Servicio Penitenciario Bonaerense.

Antes de resolver las cuestiones planteadas, el magistrado recibió en audiencia a los dos expolicías y ordenó que ambos fueran examinados por una médica forense de la Asesoría Pericial local.

Además, libró un oficio a las autoridades de la Unidad 30, a los efectos de saber con qué medios cuenta dicho establecimiento para atender la salud de los internos y si existe allí un sector de separación para alojar presos que han pertenecido a fuerzas de seguridad.

Las fuentes indicaron que Moral --a cargo de diversas dependencias locales y por último con el grado de comisario mayor la jefatura de la policía regional--, manifestó ante el juez padecer problemas cardíacos, por los cuales está medicado y debe seguir un régimen de comidas.

Por su parte, Caruso --que estuvo al frente de comisarías de la ciudad y de la zona-- argumentó que sufre “la proyección” de un EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), que se le declaró a partir de una neumonía que sufrió en marzo pasado, por lo que está medicado.

La médica legista comprobó la existencia de las afecciones mencionadas por los encausados y consideró que deben seguir sus respectivos tratamientos.

Por tal motivo se encuentra en trámite en el juzgado sendos pedidos de prisión domiciliaria realizados en las últimas horas por su defensora.

Ambos expolicías fueron condenados en 2008 por el Tribunal en lo Criminal Nº 3 a la pena de cuatro años de cárcel, inhabilitación absoluta por el término de ocho y el pago de multas de 170.000 pesos cada uno.