Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

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Una mujer de 70 años fue asaltada en su casa

Una nieta de Susana Hustel se quejó del 911, que habría demorado en alertar a la policía sobre el atraco.
Celeste Marziali se mostró indignada por el funcionamiento del teléfono 911.

Una mujer de edad avanzada fue víctima ayer a la mañana de dos delincuentes, que la sorprendieron en la puerta de su casa del barrio Pacífico y la redujeron mediante amenazas, para robarle los 3.000 pesos que había cobrado de jubilación el día anterior.

Una nieta de la víctima, en declaraciones a la prensa, se quedó por el funcionamiento del servicio de emergencias 911 que, según dijo, demoró injustificadamente en dar el alerta a la policía.

El hecho se registró alrededor de las 7.40 de la víspera, en el domicilio de Chancay 575, donde reside Susana Hustel (70).

“Mi abuela abrió la puerta y se le aparecieron los dos tipos que estaban escondidos entre las plantas del frente. Siempre le traigo el nene a la mañana y me estaba esperando”, dijo a un cronista de este diario Celeste Marziali, nieta de la damnificada.

Aseguró la joven que los ladrones “no le dieron tiempo a nada”. “Lamentablemente, como se suele escuchar en estos casos, sólo tenemos que agradecer que no le pasó nada”, dijo.

En cuanto al hecho delictivo, explicó que los malhechores no exhibieron armas y mientras uno de ellos retuvo a su abuela, el otro se apoderó del efectivo.

“Uno la tenía y el otro revisó como pudo. Sacaron de la billetera las tarjetas de débito y de crédito y 3.000 pesos de la jubilación que había cobrado ayer (por el miércoles)”, detalló.

Una vez obtenido el botín, los desconocidos se fueron caminando por la calle Chancay, en sentido ascendente de la numeración catastral .

“Se llevaron la plata, que a estos muchachos les dura un saque y a mi abuela le sirve para vivir todo el mes”, expresó Celeste Marziali.

Luego evidenció su enojo por el excesivo tiempo que tardó en llegar al móvil del Comando de Prevención Comunitaria, luego de que se alertara telefónicamente al 911.

“Tardaron media hora. Cuando llegó, que mi abuela me había llamado llorando, me comuniqué otra vez y le pregunté a la operadora por el patrullero. Me dice que le explique lo que pasó y le contesté si me estaba tomando el pelo. Le dije: 'mandame a la policía y luego preguntame qué pasó'. Me dijo que esperara, la mandé a donde te podés imaginar y me cortó. Mi abuela llamó, creo que 7.40, y la policía llegó 8.10”, afirmó la informante.

De todos modos, la joven dejó fuera de las críticas al personal policial.

“Luego vino el muchacho de la (comisaría) Segunda y me mostró la hora en que le habían pasado la novedad. Le creo, porque hace unos días vi una nota que hablaba de las demoras. A mi abuela y a mi mamá siempre les decía que tuvieran a mano el número de la comisaría, porque el 911 tarda”, sostuvo.

“Cuando llamamos a la Segunda responden siempre muy rápido, entonces les creo el horario en el que le pasaron el aviso”, finalizó.