Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Asaltaron su negocio dos veces en 10 días

Norma Bertín y su empleada fueron víctimas de tres delincuentes que les robaron ropas y dinero.
El comercio de Norma Bertín, en el barrio Namuncurá, se ha convertido en un blanco tentador para los delincuentes.

En la localidad pampeana de General San Martín, donde nació, sus parientes dejan las bicicletas todo el día afuera de sus casas y nadie las toca, pero Norma Bertín (62) vive en Bahía Blanca otra realidad muy distinta: en sólo diez días su comercio del barrio Namuncurá fue objeto de dos robos a mano armada, el último de ellos anteayer.

La damnificada regentea desde hace más de tres décadas la tienda ubicada en la calle Enrique Julio 450, donde aproximadamente a las 18 del miércoles, cuando se encontraba acompañada de su empleada, fueron abordadas por dos individuos armados, acompañados por una chica, quienes las redujeron para robarles.

Pero en este caso el hecho tuvo aristas particularmente dramáticas, pues mientras se desarrollaba el atraco, a uno de los malvivientes se le escapó un disparo mientras guardaba ropas nuevas en dos bolsos. Afortunadamente, nadie resultó herido.

Ofuscada por la situación que estaba viviendo la comerciante decidió enfrentar a uno de ellos y lo empujó, aunque luego recapacitó y se encerró en su casa –-situada a un costado del local-- junto con la joven que colabora con ella, dejando que los ladrones se llevaran lo que quisieran y optando por no exponer su vida.

“Tenían entre veinte y veinticinco años y los dos muchachos estaban armados. Al final les dije que se llevaran todo lo que quisieran y que ahí estaba la plata. Sacaron dos bolsos grandes de viaje de la vidriera y los llenaron con aproximadamente 15 jeans, valuados en tres mil y pico de pesos”, precisó Bertín.

Agregó la damnificada que también le sustrajeron doscientos pesos que había en la caja.

“Mientras uno estaba apretando los jeans dentro del bolso para que entraran más, se le escapó un tiro e hizo un agujero en el piso. Quedó el casquillo y el personal de la Policía Científica me dijo que es de una (pistola) 9mm”, contó la mujer.

“Si se le escapó el tiro así, quiere decir que las armas están preparadas para disparar. Después me puse a pensar por qué me hice la loca con ellos”, continuó.

Lejos de permanecer como una mera observadora de los hechos, la joven que acompañaba a los delincuentes también participó.

“La chica nos quería atar las manos con dos precintos. A Yamila (su empleada) la hicieron arrodillar en el piso y no se movió para nada, por eso no valía la pena precintarla. Y a mí no pudo atarme”, explicó Bertín.

Después de que los desconocidos tomaron todas las prendas que pudieron cargar en los bolsos, escaparon presuntamente a bordo de un automóvil que se encontraba estacionado a la vuelta del local, sobre la calle Viamonte.

“Según me dijo un chico que vive acá a la vuelta, el coche era un Renault 18 o 19 de color blanco”, indicó la víctima.

Como se informara en estas columnas, el martes de la semana pasada la tienda de Bertín había sido blanco de otro asalto, ocasión en la que los ladrones sustrajeron jeans, camperas y unos 800 pesos.

"O sea que vengo trabajando para ellos. La de ayer (por el miércoles) fue la segunda vez que me roban en este mes, pero he sufrido ocho o diez robos más. Aunque estos últimos dos asaltos fueron muy violentos”, afirmó la comerciante.

“Seguramente los de ayer son amigos de los ladrones que me robaron la semana pasada. Para mí ellos les dijeron a estos y me vinieron a robar. Este es un cuento de nunca acabar”, añadió.

La damnificada confirmó que no había realizado formalizado la denuncia en la comisaría Segunda, que le corresponde por jurisdicción.