Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Dramático: les gatillaron cuatro veces, pero las balas no salieron

Odisea de los empleados de una carnicería ubicada en Loma Paraguaya, que fueron asaltados ayer a la mañana por dos delincuentes armados. Los despojaron del dinero que había en la caja registradora.

Dos delincuentes armados lograron sustraer ayer a la mañana el dinero existente en la caja registradora de una carnicería ubicada en Loma Paraguaya, de la que debieron huir debido a la resistencia opuesta por un empleado, y al emprender la fuga uno de los sujetos gatilló cuatro veces su revólver hacia los trabajadores, sin que salieran las balas.

El dramático episodio se registró alrededor de las 10 en el comercio La Criolla, ubicado en la avenida Colón 2505, en su intersección con Martina Céspedes, local que ya había sido asaltado el 16 de agosto pasado y en el cual estaban el encargado, dos carniceros y otras tantas cajeras.

“Habíamos quedado cinco, pero otros dos habían salido a repartir, y estábamos descansando y tomando unos mates (en el sector de oficina, ubicado a poco más de un metro de un mostrador). En eso le digo a un compañero 'fijate que hay alguien', pero él miró y no vio a nadie. Y le insistí 'asomate, que están charlando'. Cuando volvió a mirar, dice 'están asaltando, están asaltando'”, comenzó relatando Juan Carlos González, quien trabaja desde hace más de cuatro años como carnicero en el lugar.

El atraco fue perpetrado por dos malhechores que tendrían entre 17 y 22 años, aproximadamente, uno de los cuales traspasó de un salto el mostrador y fue hasta la caja registradora, mientras que el otro llegó por un extremo.

“Cuando mi compañero dijo que estaban asaltando le respondí que lo iba a encarar. Entonces me paro y cuando salgo, prácticamente me choco al motochorro", relató González.

"Ahí me dice 'tirate al piso, tirate al piso, que no pasa nada', pero yo le dije 'no, qué tirate al piso'. Lo encaro y sale corriendo. Y cuando sale corriendo, al que estaba parado junto a la caja, le tiro a la cabeza la chaira que traía en la mano, pero el vago tuvo buenos reflejos y se corrió”, agregó.

“Ahí sacó un 38 y me sacudió dos tiros, que no salieron, y como detrás mío salió el encargado, a él también le gatilló dos veces, pero tampoco salieron los tiros, así que no sé si tenía balas”, señaló el carnicero, para agregar que los separaban del ladrón no más de seis metros.

Dijo que el sujeto que tomó la plata de la caja era el mayor, mientras que el otro individuo era un “pibito que andaba con un 22 largo”, dijo el damnificado ante la consulta de un cronista de este diario.

“Cuando vemos que no salen los tiros, manoteamos las cuchillas y salimos a correrlos, pero tenían la moto encendida acá a la vuelta (sobre la calle Martina Céspedes) y se fueron, pero siempre apuntándonos, por Colón (en sentido descendente de la numeración catastral). Y los estuvieron siguiendo por las cámaras de seguridad”, manifestó.

Si bien no fue precisada la cantidad de dinero robada, correspondiente a la recaudación de la mañana, cuya actividad comenzó a las 6 y “se trabajó normalmente”, Juan Carlos aseguró que a Rosalía, una de las cajeras del local, “ahora le robaron toda la documentación y el teléfono celular”.

Como reflexión final, González se refirió “al mal momento que pasa uno”. “Este es tu trabajo y esta gente se hace habitué de andar robando a cualquier hora".

"Tendremos que acostumbrarnos a esto. Y, bueno, esta vez logramos que se fueran, pero tal vez esté mal enfrentarlos”, expresó.