Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Salió a la calle a festejar un triunfo de River y lo mataron a golpes

El joven tenía 25 años y estaba internado desde la semana pasada. Dos hombres, padre e hijo, estaban detenidos.

   Un joven de 25 años que agonizaba desde la semana pasada tras ser salvajemente golpeado por haber festejado el triunfo de River sobre Defensa y Justicia murió finalmente en las últimas horas.

   Ezequiel Martín Castagnari agonizaba desde el miércoles pasado luego de ser atacado salvajemente cuando festejaba en Martín Coronado, partido de Tres de Febrero, la goleada de River a Defensa y Justicia.

   El joven, padre de una niña de dos años y trabajador en una fábrica textil, murió en las últimas horas en el Instituto Médico Central, situado en Santa Rosa al 300 (entre Castelar e Ituzaingó), como consecuencia de las heridas sufridas.

   Su madre, María Angélica Castagnari, contó a una señal de noticias que Ezequiel salió a la calle a gritar por River apenas terminó el partido y comenzó a discutir con una persona mayor, que resultó ser un policía retirado de aproximadamente 60 años.

   A éste se sumó su hijo, de 18 años, que salió de una casa con un revólver que apoyó en el pecho de la víctima.

   "Sacalo que es de juguete", le dijo Ezequiel al otro joven, quien le contestó: "Fijate gordito que no es de juguete" y, acto seguido, disparó al aire, "le pegó un culatazo, lo tiró al piso y entre los dos empezaron a pegarle", relató la mujer.

   "A mi hijo le empezó a salir sangre y se desvaneció. Los amigos atinaron a sacarlo, pero no pudieron... Quedó en coma, quedamos esperando desde el jueves, luchando", prosiguió María Angélica.

   "(El agresor) es un policía retirado, tiene autoridad; no sé qué autoridad tiene. Este hombre no está detenido, lo detuvieron el jueves a él y al hijo, pero se negaron a declarar los dos y la jueza dejó libre al padre. El hijo, creo, está detenido", relató.

   La mujer precisó que como consecuencia de los golpes, a Ezequiel se le produjeron coágulos en la cabeza y sufrió fractura de cráneo.

   Lo definió como "un pibe luchador, laburador" y prometió "seguir hasta las últimas consecuencias hasta ver a los dos presos", acaso el único consuelo para una pérdida absurda.

   Celeste Galarza, hermana de la víctima, explicó que el padre del asesino contemplaba la escena y quedó imputado por amenazas, en tanto que en la carátula de su hijo figura "intento de homicidio", que ahora debería cambiar a "homicidio culposo". (NA)