Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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Las llamas avivaron la realidad de una dramática situación

Desesperado pedido de ayuda de una mujer cuyo hijo sería adicto a los estupefacientes y hacia el cual se habría dirigido el atentado de un adolescente que intentó incendiar un departamento en Villa Rosario.
Pamela muestra el sector donde se inició el fuego, que expuso una connotación mucho más dramática que el incendio.

El incendio intencional de un departamento interno de Villa Rosario, avivó una trama dramática que padece una familia radicada en un inmueble de la calle La Pinta al 200, aproximadamente a cincuenta metros del lugar donde un día antes prendieron fuego un automóvil frente a una casa, hecho que se publicara en la anterior edición.

“Mi hijo de 17 años se peleó con un chico y éste, como venganza, prendió fuego la casa de mi mamá, que está desocupada, y es el lugar en el que mi hijo, a veces, se junta con sus amigos”, comenzó relatando Pamela, quien ocupa una vivienda ubicada en la parte posterior del terreno.

Al momento de iniciarse el foco ígneo, alrededor de las 21 del jueves, la mujer no se hallaba en el lugar.

“Fui al hospital (Interzonal General de Agudos Doctor José Penna) a llevar a mi nieta a la guardia, y cuando vuelvo veo a mi casa toda llena de humo. Entonces vengo acá a alumbrar y veo que estaba quemado el colchón”, contó la damnificada.

El acceso al inmueble afectado “es fácil, porque está todo abierto”, reconoció la mujer, quien agregó que “mi hijo vio lo que pasaba, vino corriendo y lo apagó”.

De todos modos, la situación tiene un trasfondo mucho más preocupante que el daño sufrido.

“Tengo problemas con él, que tiene adicciones a las droga y necesito que me ayuden. Ya está muy comprometido. A mí me ha bajado los dientes, me ha roto completamente la casa. Estoy cansadísima... He ido a hacer la denuncia al Tribunal de Familia, pero también fui a la Defensoría de Incapaces y al Servicio Local”, señaló Pamela.

Aseguró haber iniciado su peregrinaje “desde el año pasado y jamás he tenido una respuesta. En el CPA (Centro Provincial de Atención a las Adicciones) me dijeron que él tiene que ir por su propia voluntad. Escuchame, le dije al juez que tiene 17 años, y una persona que tiene adicciones no va a ir a encerrarse porque sí, es difícil”.

El CPA al que hizo referencia la mujer depende del ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires y posee una sede en Necochea 945. Se trata de una red pública y gratuita de atención a las personas que padecen adiciones y, además, desarrolla tareas de prevención y asistencia de esa problemática y en el control de la comercialización de bebidas alcohólicas.

En su necesidad de ser escuchada, Pamela expuso crudamente la gravedad de la situación.

“A mi hijo ya le pegaron un tiro en el pecho por la adicción a las drogas, porque roba para drogarse, y un chico le pegó un balazo con una (escopeta calibre) 12.70, que le provocó dos perforaciones en un pulmón y le dejó la cara llena de perdigones... Yo no sé qué más hacer”, enfatizó.

Dijo más adelante no tener dudas de que el incendio provocado en la vivienda de su madre se relaciona con su hijo.

“Este problema fue por él, por meterse en cosas que no debe. Si él no venía rápido, se prenden fuego esta casa y la de al lado, que es la mía, y donde estoy con otros tres chicos. Y no sé si en otra ocasión, en vez de prender fuego ésta, prenden fuego mi casa”, consideró.

Pamela asegura que el autor del siniestro “fue un nene, un chiquito de 15 años, que vino anoche (por el jueves) a buscarlo (a su hijo). Lo agarré del cogote y le pregunté por qué hizo eso y el me respondió que 'Brandon me hizo tal y cual cosa'. El pibito vino con uno más grande y le dije que no le pegaba porque era menor de edad”.

La mujer afirmó que “nosotros estamos amenazados de muerte” y confesó haber sufrido directamente algunos actos irracionales de su hijo.

“Soy la mamá y me pegó más de diez veces. Y lo sigo perdonando porque sé que tiene un problema de adicción a las drogas, y roba solamente para eso y no para comprarse ropa o para comer, porque de eso no le falta. Necesito una ayuda, sí o sí, porque estoy desesperadísima. Cualquier día pueden matar a cualquiera de la familia por problemas que tiene él, y que no quiere entender que debe tratarse”, finalizó.