Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Finalmente, Dorrego y Monte Hermoso tienen ayudante fiscal

La doctora Gabriela González Illescas, oriunda de Punta Alta, tomó posesión del cargo en las últimas horas. Presencia en los procedimientos y cercanía con la gente, los objetivos de su tarea.
El fiscal general Juan Pablo Fernández le tomó juramento a la flamante funcionaria del Ministerio Público.

Gerardo Monforte

gmonforte@lanueva.com

Una importante trayectoria en el Poder Judicial justifica la reciente designación de la abogada puntaltense Gabriela González Illescas al frente de la Ayudantía Fiscal de Coronel Dorrego y Monte Hermoso.

La profesional tomó posesión del cargo casi un año después de su nombramiento por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires.

Esta demora por cuestiones burocráticas determinó que desde hace varios meses un solo funcionario debía encargarse de las diligencias judiciales en ambas localidades.

Finalmente, en las últimas horas el fiscal general Juan Pablo Fernández le tomó juramento en la sede del Ministerio Público bahiense.

“Fue un año bastante largo a la espera de la designación, porque los tiempos de la administración son distintos a los nuestros. Vengo de una historia judicial de muchos años, así que para mí es volver a algo conocido. Este no es un proyecto nuevo, porque tengo muchos años en la justicia nacional y provincial”.

González Illescas dijo que una de sus prioridades en la nueva función será tener “mucha presencia durante los procedimientos” ordenados por la justicia y rearmar el equipo de trabajo, que se encuentra “bastante diezmado” por licencias y otros motivos.

“El ayudante del fiscal debe tener cercanía con la gente, porque para eso se crearon las ayudantías, para que los integrantes de la comunidad se puedan presentar y obtener una respuesta”, afirmó.

Por otra parte, hizo hincapié en la necesidad de designar otro auxiliar letrado como consecuencia de la escasez de funcionarios judiciales.

“Si bien en Monte va a haber un auxiliar letrado, que actualmente es Marcelo González y debe alternar su labor entre ambas cabeceras, el ayudante fiscal es uno solo. Por eso tendremos que repartirnos las tareas, pero al menos ahora vamos a tener dos firmas, algo importante porque un solo funcionario repartido en dos oficinas era bastante complicado y mereció un gran esfuerzo por parte del doctor González”.

La letrada vuelve al Poder Judicial después de 15 años.

“En la justicia nacional trabajé desde 1989 en un juzgado criminal de instrucción de Menores en la ciudad de Buenos Aires, y después me desempeñé como instructora en San Isidro, cuando entró en vigencia el nuevo Código (Penal)”.

“Como último destino participé de las experiencias iniciales de la descentralización. Estuve en la primera fiscalía que hubo en Pilar, la primera descentralizada en la provincia”, continuó diciendo la mujer, quien comenzó a trabajar en la justicia a los 19 años y se recibió de abogada a los 23.

Posteriormente la funcionaria formó parte del primer proyecto de fiscalía de Investigaciones Especiales y Torturas.

“Eso ocurrió cuando todavía no teníamos la ley, por eso para mí la designación como ayudante fiscal es volver a algo ya conocido”, finalizó.