Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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“Podría haber sido el destino de cualquier nena a las que contactaba”

Lo sostuvo el fiscal Rodolfo De Lucia respecto del comportamiento de Jonathan Luna en las redes sociales. Dijo que las pericias muestran en el acusado por el crimen de Micaela Ortega un perfil "tendiendo a lo psicopático".
El imputado concurrió en los últimos días a la fiscalía y nuevamente se negó a declarar.

Pablo Andrés Pascual

ppascual@lanueva.com

El crimen de la adolescente bahiense Micaela Ortega conmocionó a la ciudad.

A fines de mayo del año pasado la policía halló el cuerpo sin vida de la menor a la vera de la ruta 3 sur y detuvo a Jonathan Luna.

A poco de pedir la elevación a juicio de la causa, el fiscal Rodolfo De Lucia describió que el acusado mantenía contacto mediante redes sociales con varias chicas, muchas de ellas menores de edad, y consideró que cualquiera de ellas podría haber corrido la misma suerte de “Mica”.

“Hoy, próximos al debate, la hipótesis central de lo ocurrido es un poco la que manejábamos desde el principio, y que se ve reforzada con la opinión de los criminalistas de Mar del Plata”, explicó el representante del Ministerio Público a La Nueva.

“Hubo una captación a través de Facebook. Entendemos que Luna se hizo pasar por una persona de sexo femenino, con la que Micaela mantuvo conversaciones desde febrero hasta el momento del crimen”, agregó.

De Lucia describió que esto se determinó a partir del análisis de los chats que mantuvo la adolescente.

“En un momento le hace un pedido a un perfil con el nombre `Rochi de River´, que creemos que era el imputado. Esto se produce justo cuando Micaela estaba con un tema familiar y se quería ir de la casa. En realidad, resultaba ser más una cuestión de adolescentes y, hasta donde sabemos, no era nada grave”.

Mencionó luego que, de acuerdo a la acusación, al día siguiente “la pasó a buscar y la llevó hasta donde sabemos”.

“A partir de allí entramos en un terreno más de incógnita, pero creemos, por el perfil de Luna, su conducta en las redes y hasta las características del hecho, que hubo un intento de abuso sexual”.

-¿Ese sería el móvil del crimen?

-Es el más lógico, porque no tendría sentido llevar a alguien hasta un lugar alejado para robarle dos o tres elementos personales de muy poco valor a una nena de 12 años. En ese punto, creemos que Micaela se pudo haber intentado defender y eso disparar la agresión de Luna, que la termina matando.

-¿Micaela estuvo en la casa del barrio Saladero, donde encontraron algunas de sus cosas?

-No tenemos nada que indique haya estado allí. Más bien todo lo contrario, ya que según el conjunto de pruebas surgido de la data del fallecimiento y lo que señalan los diálogos a los que tuvimos acceso, el encuentro con el acusado y el homicidio habrían ocurrido el mismo día.

-¿Había contactado a otras chicas?

-Tenemos acreditados, con la provisoriedad de esta etapa, muchos diálogos concretos y jóvenes que han contado que mantuvieron charlas con Luna. Incluso, tenía muchos diálogos durante un mismo día.

“Mantenía contactos con chicas más grandes y menores. Siempre había una cuestión de acercamiento y en algunos casos propuestas de encuentro”.

En este sentido, el letrado afirmó que “con el caso de Micaela lo que dispara la tragedia fue una situación de azar en esta historia que hace que se encuentren. Podría haber sido el destino de cualquier nena a las que contactaba o podría haber vuelto a ocurrir si no podíamos encontrarlo".

-¿Qué papel tiene María Espinoza, quien por entonces era pareja de Luna?

-Es una testigo central, que en buena medida nos abre el camino para llegar hasta el imputado. Le tomamos una segunda declaración, en el Juzgado de Garantías, que fue filmada para asegurarnos esa prueba, y nos aportó más elementos.

“Es quien reconoce por primera vez a Luna con Micaela en la filmación de las cámaras de seguridad y señala que un objeto hallado en el lugar del hecho le pertenece al procesado. Sabemos que sufría la violencia de Luna y lo tenemos corroborado por otras fuentes. Ese es su rol, más allá de que siempre flotó el cuestionamiento de que si sabía algo por qué no lo dijo antes”, agregó.

Acerca de la personalidad del acusado, el fiscal describió que los encuentros que mantuvo durante la instrucción fueron muy cortos, por lo que se basa en los resultados de las pericias psicológicas.

“Los peritos describen a una persona con una tendencia alta a la violación de normas. Lo exhiben con un perfil tendiendo a lo psicopático y falta de empatía respecto de los demas. Un individuo que tiene una tendencia a la satisfacción de sus propios impulsos, más allá de lo que eso pueda generar”, finalizó.

El debate y la posibilidad de un juicio por jurados

Una situación que se plantea de cara al debate es la posibilidad que Jonathan Luna pida que el caso sea analizado en un juicio por jurados.

Desde el momento de su puesta en marcha, esta modalidad arrojó en nuestra ciudad un alto porcentaje de veredictos no condenatorios.

El fiscal Rodolfo De Lucía consideró que este tipo de juicios plantea desventajas para la acusación, aunque señaló que hasta el momento no llegó a esa instancia una causa con circunstancias similares a la de Micaela.

“Me preocupa en la medida que un juicio por jurados es más desgastante, más complejo y creo que ha cualquier imputado le da una ventaja numérica por el tema de los votos necesarios. En este caso hacen falta 12 de 12 (para una pena de perpetua), por lo que si uno de los integrantes del jurado no está convencido de la autoría no se lo puede condenar por homicidio calificado. De la misma forma, para otro tipo de condena necesitamos 10 votos”.

Agregó que “las reglas con las que se juega en un juicio por jurados no son las mismas que en uno técnico. Creo que son reglas que, como están diseñadas hoy en la provincia, a la fiscalía la pone en desventaja por la posibilidad del imputado de elegir cuándo hacerlo, por la mayoría especialmente calificada que se nos pide y por otras características de la modalidad”.

Sostuvo luego que este caso "me preocupa en particular por el tipo de hecho y por el arduo trabajo que se le ha dedicado".

Consideró que hasta el momento no se han resuelto bajo esa modalidad causas con características parecidas a las del crimen de la adolescente bahiense.

"No se puede comparar un episodio de esta gravedad y trascendencia con algunas tentativas de homicidio que no pasaron de ser casi un altercado con vecinos en los que hubo un disparo de arma de fuego".

Sobre el final admitió no tener certeza acerca de la forma en que podría incidir sobre el jurado un caso con tamaña trascendencia pública.

“Es difícil saber cómo puede incidir. Además, en la audiencia de selección las partes pueden tratar de sacar a gente que pudiera tener una opinión ya formada. Es un poco impredecible”.