Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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"Lo que hace la Científica es un trabajo oculto, en las sombras"

El comisario general Juan Calderón estuvo en la ciudad para dar a conocer ante funcionarios judiciales provinciales la disponibilidad tecnológica de la Policía Federal para la investigación criminal.
"Lo que hace la Científica es un trabajo oculto, en las sombras". Seguridad. La Nueva. Bahía Blanca

“Desde hace un año estamos recorriendo el país con un programa que se llama ProCiFe (Programa Científico Federal), cuyo objetivo es la divulgación de las tareas científicas y periciales que hace la Policía Federal Argentina. Y poniendo a disposición nuestro laboratorio científico y el personal que opera en el mismo para trabajar en causas criminales del fuero provincial, con el objetivo de darle celeridad a los trámites judiciales que a veces pueden tardar más de lo debido”.

Los dichos pertenecen al comisario general Juan Antonio Calderón, superintendente de la Policía Científica, quien estuvo en nuestro medio exponiendo ante funcionarios de la justicia bonaerense.

“La provincia de Buenos Aires es un lugar muy amplio y los recursos, a veces, no son suficientes para atender el colapso que se ocasiona con toda la clase de delitos que se denuncia y se ven día a día”, consideró el uniformado.

El jefe policial explicó que su fuerza cuenta con recursos tecnológicos como por ejemplo “el laboratorio químico, donde tenemos cromatógrafos gaseosos, a efectos de poder determinar sustancias tóxicas, como pueden ser marihuana, cocaína o pastillas de diseño, que últimamente se están consumiendo en demasía”.

Sostuvo que también se pueden hacer análisis de manchas hemáticas que se encuentren, en algunos casos, en la escena del crimen.

“También ponemos a disposición un video espectro comparador de última tecnología, a efectos de ver en detalle todo lo que es documentología, para determinar si algo es apócrifo o no”, dijo.

Calderón describió que cuentan con especialistas para trabajar en la escena del crimen y un gabinete balístico.

"El mismo cuenta con un recuperador balístico, que es un cilindro específicamente diseñado en el que se puede hacer un disparo con el arma y ese proyectil se envía a las base de datos central para cotejar si esa evidencia balística indica que ese arma fue utilizada en otros hechos delictivos, y poder hacer lo que se denomina una relación criminal a través de ello”.

El comisario general, además, se refirió al Sistema de Identificación Biométrica para Seguridad, “que sirve para identificar a la personas. Sabemos que en nuestro país somos alrededor de 42.000.000 de habitantes, más todas las personas que están en tránsito o extranjeras que vienen a residir en forma permanente, y nosotros tenemos que identificarlas”

“Este sistema biométrico se constituye con varias bases de datos que contienen información respecto de las personas, como pueden ser las huellas, la cara, los datos patronímicos o las voces de personas judicializadas. Todos esos elementos sirven a posteriori para investigaciones como pueden ser las de un secuestro extorsivo”, consideró.

Calderón aseguró que “parte de ese laboratorio se puede encontrar en esta delegación de la Policía Federal (por la bahiense) y las muestras que se obtienen viajan a (la Ciudad Autónoma de) Buenos Aires, donde con la base central de datos y mayor equipamiento, podemos resolver y esclarecer identidades físicas de personas o balísticas, como también examinamos escritos”.

Al respecto, recordó que “el último trabajo que me viene a la memoria es el realizado en estaciones de servicio del sur, donde aparecieron leyendas en los baños femeninos diciendo que era María Cash y que la tenían secuestrada, determinándose que esos grafos no pertenecían a ella, pero sí a una persona que tenía signos de angustia”.

Calderón se refirió a dos mensajes de axulio aparecidos a mediados de enero pasado en las localidades santacruceña de Cañadón Seco y de Garayalde, en el departamento chubutense de Florentino Ameghino, distanciadas por 273 kilómetros y pretendidamente atribuidos a la diseñadora porteña María Cash, quien desapareció cuando tenía 29 años, tras partir el 4 de julio de 2011 desde la terminal de ómnibus de Retiro hacia Jujuy, y fue vista por última vez 4 días después.

“Lo que hace Científica es un trabajo oculto, en las sombras. El aporte científico que hacemos es el valor agregado para que se tengan más elementos en las líneas investigativas”, finalizó.