"Parece increíble que en su momento no se haya encontrado todo esto"

Redacción de La Nueva.

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“Me parece increíble que en su momento no se haya encontrado esto. Yo quería volver para recuperar cosas de mi hija y encontramos las llaves de mi casa y del garaje que tenía ella. Lo terrible es que estaba donde fue hallado el cuerpo y en su momento no las vieron. Quiero que se haga justicia, y por un lado fue bueno el hallazgo, pero tengo el dolor de advertir que pasó tanto tiempo y recién ahora aparecieron”.

Mónica Cid, esforzándose para no quebrar en llanto, se refirió al hallazgo de varios elementos registrado en la tarde de ayer, alrededor de las 17, en el mismo lugar donde el 28 de mayo del año pasado fue encontrado el cuerpo de Micaela Ortega, en un monte cercano a la planta de TGS, a la vera de la ruta nacional 3, un mes después de haberse denunciado su desaparición.

“La gente del K-9 de Punta Alta tenía que hacer una maniobras y yo le pedí que la hiciera acá. También vino Marcos Herrero (el instructor del perro que en su momento halló a la adolescente) y cuando llegamos los perros se plantaron en el lugar donde estuvo el cuerpo. Escarbamos un poco y se hallaron las llaves debajo de unos pastos”, comentó la mujer.

También sostuvo que notificaron a la fiscalía sobre lo sucedido.

El lugar está atestado de pastizales, plantaciones medianas y la presencia de animales de distintas clases.

“Cerca del lugar donde estaban las llaves también encontramos un cuchillo con las iniciales YL, además de una carterita con droga y fotos de dos nenas. De lo hallado, las llaves eran lo que pertenecían a mi hija”, dijo Mónica.

Como autor del asesinato está imputado Jonathan Luna (26 años), quien al momento del hecho estaba prófugo por quebrantar el beneficio de salidas transitorias de un penal de Río Negro.

Además de Herrero, en la tarea de rastrillaje realizada en la víspera intervinieron Pedro Gómez Peña, segundo jefe de brigada de búsqueda, y las guías Romina Ibarra, Melina Marcha -quien están a cargo de las perras “Atenea” (pointer de cuatro años de edad) y “Nacha” (labradora negra, de tres)- y Lucía Ramírez.

El último de los canes fue la encargada de localizar las llaves pertenecientes a Micaela.

“Trabajamos con la toma de olor de la víctima y el perro graba ese olor en su memoria olfativa. Y en ese caso, a pesar del clima, la vegetación muy tupida y el tiempo que ha pasado, se lograron encontrar elementos esenciales”, dijo Herrero.

“Mientras no se laven, las prendan mantienen el olor por más que pase un tiempo como el que transcurrió. Es importante resguardarlas”, comentó una de las guías.