Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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“Tenemos que dar gracias a Dios que no se les escapó un tiro”

Tres delincuentes asaltaron a Carlos López y su mujer. Los amenazaron con armas, ataron y finalmente escaparon con dinero, artículos electrónicos y un revólver. El hombre calificó a la situación vivida como “espantosa”.
Los ladrones sorprendieron a las víctimas en el interior de la casa ubicada en Mitre al 1300.

Una pesadilla vivió ayer a la madrugada una pareja en su casa del barrio Universitario, cuando tres ladrones aprovecharon una puerta abierta para ingresar y asaltarla.

Con los rostros cubiertos, armados y una actitud extremadamente violenta, los individuos llegaron al límite de amenazar con cortarle un dedo a la mujer si no les entregaban más dinero.

Finalmente, y tras permanecer poco menos de una hora en la vivienda de Mitre 1377, escaparon con 4 mil pesos, una notebook, dos teléfonos celulares y un arma de fuego.

Carlos López (73) afirmó que “en un abrir y cerrar de ojos” los delincuentes estaban en el interior del inmueble.

“Mi señora dejó la puerta abierta porque tenía calor y a las 12 (por la medianoche), cuando me iba a lavar los dientes, siento que comienza a gritar. Pude ver a tres encapuchados, porque después me tiraron al piso, me ataron con alambre y me dieron unos golpes, aunque ella (por su mujer) dice que eran cuatro. Nos decían 'dame la plata, dame la plata'. Gracias a Dios a mi esposa no la tocaron”, comentó

López, quien es efectivo retirado de la Policía Federal, aseguró que la situación fue “espantosa” y que “no sabés para dónde arrancar”.

“Me tiraron al piso y me ataron las manos atrás del cuerpo y las piernas con alambre. Además, en la cara me pusieron una especie de mantel para que no viera nada. A mi señora la ataron con un cable de teléfono que no andaba y la tiraron arriba mío”, agregó.

El hombre admitió que en esas circunstancias cada instante parece eterno.

“Tenemos que dar gracias a Dios que no se le escapó un tiro y que no pasó nada aún más grave, porque a mi señora la amenazaban con cortarle el dedo pidiendo más plata. Justo disponíamos ese dinero porque viene mi hija de Tandil y teníamos que tener algo para el fin de semana”.

Describió luego que los desconocidos revisaron todas las dependencias de la vivienda y hasta el automóvil que se encontraba en el garaje.

“Después de un momento, no escuché más ruidos y supuse que se habían ido. Habrán estado unos 45 minutos adentro de mi casa. Tiraron toda la ropa abajo, pero nosotros no teníamos ni dinero y mucho menos alhajas. El poco oro que tenía de mi vieja o mi viejo se lo llevaron cuando me entraron hace 15 años. En aquella ocasión nosotros no estábamos, ni se compara con esto que nos tocó vivir ahora”.

López comentó que los delincuentes le apuntaron con el arma y que “eran muchachos jóvenes, ni pibes ni grandes. Mi señora dijo que andaban con ropa común”.

Señaló que “para mí entraron al voleo, pero me insultaban pidiendo plata. Vieron la puerta abierta, hicieron un rápido estudio y entraron. De todos modos, ya venían preparados para robarle a alguien, porque no vas a un corso con alambre, revólver y enmascarados”.

Finalmente, sostuvo que "la policía vino enseguida y me atendieron muy bien en la comisaría Segunda, donde me llevaron junto a mi mujer para realizar la denuncia”.