Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Sufrió dos robos en quince días

“Vinieron a buscar lo que sabían que había quedado”, señaló Pablo Espinoza, quien reside en Villa Delfina.
Frente de la vivienda de Villa Delfina en la que se registraron dos robos muy seguidos.

“Tengo 40 años y, salvo un tiempo en el que me fui, casi toda mi vida la viví en Villa Delfina. La verdad, nunca, jamás, me habían tocado nada; pero ahora, en menos de dos semanas, me vaciaron la casa”.

El testimonio le corresponde a Pablo Espinoza, quien resultó doblemente damnificado por sendos episodios padecidos en su vivienda de calle Coronel Vidal 1290, con los que prácticamente cerró el año pasado e inauguró el presente.

“El 30 de diciembre me entraron a robar. Se llevaron todo lo que era ropa: campera, mochila. Son rateros, porque también robaron perfumes, desodorantes, detergentes”, consideró el hombre.

Anteanoche, luego de regresar de la localidad pampeana de Lonquimay, cumpliendo su tarea como camionero, Pablo descubrió que otra vez habían ingresado ladrones a su vivienda.

“Vinieron a buscar lo que sabían que había quedado del año pasado. Lo que más bronca te da, es sentir que tal vez pasan al lado tuyo cuando estoy haciendo algo en el camión. Anoche (por la del último jueves) no dormí, porque no sabés quien se metió en tu cama y revolvió tus cosas”, dijo, con claro gesto de indignación.

Pablo explicó que los malhechores “en el primer robo se llevaron plata chilena, porque había hecho un viaje a ese país y la tenía guardada pero a la vista en una billetera que estaba en la mesa de luz. Serían unos tres mil pesos de los nuestros. También se llevaron una campera inflable con capucha, un par de zapatillas prácticamente nuevas porque hacía cuatro meses que las había comprado y sólo las usé los fines de semana y bermudas que tenía para el verano que estaban sin usar”, detalló.

El hombre comentó que los delincuentes “ahora se llevaron un plasma smart TV, de cuarenta pulgadas, otro par de zapatillas nuevas, que me costaron 3.800 pesos y las compré para reemplazar a las otras pero no las alcancé a usar; un alargue de treinta metros y una amoladora”.

Pablo considera que los sujetos que intervinieron en el robo “son los mismos” que actuaron en el ilícito anterior.

“No me quiero seguir amargando y por eso no saqué la cuenta”, de lo sustraído, pero “creo que fue la misma persona del robo anterior. Es que en ambas ocasiones entraron por la puerta que da al patio y a la que luego del primer robo había abulonado y le había puesto unos tornillos pasantes a la reja que había arrancado. Y ahora volvieron a romperla, como diciendo 'la arreglaste pero volví a entrar igual', y después, para irse, con la amoladora cortaron el tejido del portón de adelante para pasar las cosas”, manifestó.

Ahora, la puerta trasera “la soldé con la eléctrica, pero te da bronca trabajar para luego estos tipos se lleven todo lo tuyo”, concluyó el damnificado.