Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Cuando deja de ser muletilla que la realidad supera a la ficción

La psicóloga y escritora Liza Porcelli Piussi, damnificada de un robo. Le sustraen algunos trabajos.
“El trabajo es permanente y tenía varias obras”, aseguró Porcelli Piussi sobre lo sustraído.

La inseguridad parece ser la historia sin fin y muchos de esos ilícitos concluyen en sueños robados que exceden largamente el valor material de lo sustraído. No es ficción, es realidad impura y dolorosa.

La psicóloga y prolífica escritora de cuentos y novelas Liza Porcelli -nacida hace 39 años en Buenos Aires, pero criada desde los dos años en nuestra ciudad- no escapó a esa traumática experiencia.

Es que delincuentes le sustrajeron tres computadoras portátiles y dos cámaras fotográficas, valuadas en un monto total de aproximadamente 35.000 pesos, de su departamento ubicado en 1 de Mayo al 400.

“Durante la tarde (entre las 16.45 y 17.30) forzaron una ventana del primer piso y se llevaron tres computadoras, una cámara fotográfica profesional con sus (dos) respectivos lentes y una chiquita digital, que estaban todas en el mismo ambiente”, comentó la mujer.

La autora de Antes del meteorito, ATP (H)arta para todo público, Cada coso en su lugar, Colash, Cuentos en Zapatilla, Godoy, Godoy II, Historias invisibles, Ivo en la galera, Kanina, Letra por letra, Mi hermano llegó de otro planeta un día de mucho viento, Monstruos melizoos, Ni se te ocurra, Peligro de extinción, Purapanza y 10 maneras de esconder un rinoceronte, y coautora de ¡Más letras que no se qué! y Miedo suelto, gallinas en jaula, detalló que “la computadora nueva vale alrededor de quince mil pesos y las otras dos deben sumar otros tres mil; en tanto que la cámara grande de fotos, seguro, sale quince mil y la chiquita, aproximadamente mil”.

Liza explicó que “han sido más de dos” los autores del hecho, “porque debe haber estado alguien abajo para recibir las cosas, ya que la única que estaba dentro de un bolso era la cámara profesional”.

La mujer dijo tener conocimiento sobre otro robo cometido en el mismo piso.

“En su momento me explicaron cómo (los ladrones) habían llegado a ese departamento y que algo así no me podía ocurrir a mí, pero me pasó”, comentó.

La damnificada señaló que no tiene asegurado lo sustraído, aunque los elementos contenían el valor agregado de su trabajo literario.

“La computadora vieja contenía cosas ya publicadas y otras por publicar. El trabajo es permanente y tenía varias obras. Algunas cosas pude recuperar porque estaban en distintos pendrives que había utilizado cuando mandé algo por email, pero esa no es una precaución que, hasta ese momento, tomara diariamente”.

Los elementos más onerosos sustraídos fueron la cámara Canon EOS T5 y la computadora Dell, “que tiene un programa que te muestra dónde está, pero hasta ahora no la encendieron”, concluyó.