Asaltaron una farmacia, el cadete los persiguió y la policía los atrapó

Redacción de La Nueva.

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La tenacidad de un cadete y la rápida intervención de la policía pudieron dar con dos motochorros armados que ayer al mediodía amedrentaron a la propietaria y una empleada de la farmacia Costanzo, ubicada en Alberdi y Necochea, y sustrajeron dinero de la recaudación, algunos relojes que estaban en un exhibidor y un par de celulares.

Al momento que ingresaron los delincuentes, estaban Silvia Costanzo, dueña de la farmacia, y la enfermera Estela Buñidigo.

“Pidieron la plata, los celulares y clonazepam, que utilizan para mezclas. También se llevaron celulares --uno de una ocasional clienta--, uno de los cuales tenía GPs. Cuando se iban agarraron cuatro o cinco relojes de un exhibidor”, comenzó relatando Gabriela Torres, amiga de la propietaria del comercio.

“El cadete los siguió hasta que se metieron al barrio Moresino, pero ahí lo amenazaron diciéndole que no los siguiera. Entonces pegó la vuelta y en eso se cruzó con un patrullero y les dijo por dónde estaban”, agregó.

Minutos después, cuatro patrulleros y dos autos sin identificación llegaron hasta un sector densamente arbolado del barrio Evita --2da. Santa Fe al 2900-- para dar con los supuestos autores del hecho.

Allí aprehendieron a Jonathan Ezequiel Morales (23) y un menor de 15 años y se secuestraron dos revólveres calibre 22, un chaleco antibala de la policía, un revólver sin marca, 10 municiones calibres 22 y 32, dos mochilas, un pasamontaña, una gorra con visera y ropa utilizada en el hecho. La damnificada reconoció un casco de color rojo, el arma y la campera de uno de los delincuentes.

A su vez, también fueron arrestados Mauricio Cristian Huanupi (22) y un menor de edad --supuestos cómplices de los asaltantes--, por el delito de atentado y resistencia a la autoridad y a quienes se los vinculan a múltiples ilícitos, con la intervención de una motocicleta de 110cc y un revólver.

Torres comentó que “trabajo acá desde que salí de la secundaria y ya son como 30 años. No robaron varias veces... cuatro o cinco. Últimamente no ocurría porque a la tarde tenemos guardia policial paga. Hacía muchos años que no pasaba nada".

“No sé cuanto dinero se llevaron, porque no era mi turno. De todos modos, no creo que haya sido mucho, porque por la mañana siempre pasan proveedores y no se junta mucho. Normalmente no hay”, aseguró.

Los responsables del local tienen medidas de seguridad que, probablemente, los delincuentes conocían.

“Por seguridad, se cierra la puerta a las 12 porque hasta las 17 se atiende por la ventanilla, pero ellos vinieron diez minutos antes de cerrar; por supuesto, sabían eso. Uno de ellos le apuntó a la enfermera y le llevaron el celular. Además, justo entró una señora a la que también le robaron el teléfono”, cerró.