Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Un caso de grooming internacional golpea a Bahía Blanca y la zona

Entre las víctimas hay una adolescente bahiense y otra de Médanos.
El entorno de la víctima, en Facebook, le permite al delincuente actuar con mayor eficacia, según Del Cero.

Pablo Pascual

ppascual@lanueva.com

Desde un país de Sudamérica que no es el nuestro, un hombre utilizó unos 18 perfiles falsos de Facebook para contactar a más de 100 chicas de distintas nacionalidades, la mayor parte argentinas, con quienes en primera instancia chateaba y luego las obligaba a enviarle fotos y videos desnudas o en actividades explícitamente sexuales.

Entre las víctimas se encuentran una adolescente bahiense y otra de Médanos, a quienes el acusado engañó en primera instancia y luego amenazó para que las damnificadas le remitieran las imágenes.

El impactante caso fue detectado por el cuerpo de instructores judiciales de la Fiscalía de la Ciudad de Buenos Aires y está calificado como “uno de los más grandes de ciberacoso o grooming en la historia de esa red social en esta parte del mundo”.

La magnitud del hecho determinó la puesta en marcha de un plan de acción, a través de la operación denominada “Ángel Guardián”, con el objetivo de proteger del acosador a las adolescentes, que tienen entre 12 y 16 años.

Teniendo en cuenta que en la Argentina se identificaron hasta principios de noviembre a 90 víctimas -localizadas en distintas provincias-, la justicia capitalina convocó a la denominada Red 24/7, conformada por todas las procuraciones del país, con la intención de llevar adelante un trabajo coordinado.

El autor de estos hechos está identificado, aunque las autoridades decidieron mantener en reserva su localización exacta por cuestiones de la causa.

La provincia de Buenos Aires resultó el área geográfica de mayor concentración de damnificadas y entre los fiscales bonaerenses convocados estuvo el titular de la UFIJ Nº 14, Mauricio Del Cero, quien trabaja en el expediente junto a la instructora Rocío Giménez.

Los representantes de la fiscalía bahiense fueron comisionados para localizar y entrevistar a las dos chicas afectadas en nuestra zona.

El objetivo de la tarea es dialogar con las víctimas y sus familias, recopilar elementos para la investigación y ofrecerles asistencia.

Trastornos de la conducta

La menor medanense, según se supo, sufrió el acoso en 2014, cuando tenía 14 años, y el groomer (autor del delito) la contactó desde tres perfiles falsos.

Trascendió que la relación, que se extendió durante algunos meses, comenzó con chats y el pedido de envío de fotografías, y que ante alguna negativa de la joven el individuo amenazaba con contarle a sus familiares y publicar fotos.

También se determinó, según una pericia psicológica, que la época en la que ocurrieron estos episodios coincidió con una etapa en la que la chica experimentó importantes trastornos de la conducta.

En el caso de la adolescente bahiense, el hecho también se produjo hace dos años, cuando tenía la misma edad de la otra víctima.

Se indicó que la modalidad implementada por el acosador fue similar a la anterior.

“Los instructores empezaron a observar distintos reportes generados por la ONG de Estados Unidos NCMEC (National Center for Missing & Exploited Children), que tiene un acuerdo con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en los que hallaron un patrón en común. Se los notificó de casos de intercambio de fotografías entre un adulto y un menor, ataron cabos y de inmediato le informaron a la red social. Facebook indicó que le cerraba las cuentas a esta persona y de inmediato realizaba la apertura de otra, continuaba con su conducta e invitaba siempre a los mismos contactos”, sostuvo Del Cero.

Explicó que los investigadores detectaron varios usuarios, aunque una misma IP de conexión e idéntica zona geográfica de localización.

Comentó que también se identificaron víctimas en países como Perú, Uruguay, Chile, Colombia, Venezuela y Méjico.

“La mayoría, unas 90, son argentinas. Dentro de ese panorama, gran parte de los casos se produjeron en la provincia de Buenos Aires”.

También se localizaron mujeres afectadas en Santa Fe, Córdoba, Misiones, Santa Cruz, Entre Ríos, Chubut, San Luis, Chaco, Catamarca, La Pampa y Salta.

“Esta persona se encuentra identificada y a la justicia de su país se la puso al tanto de la situación, pero, por el momento, se desconoce si ese gobierno accionó los mecanismos judiciales para dar con el autor”.

El fiscal explicó que el caso debería ser analizado por la justicia del sitio en el que se encuentra residiendo el groomer.

Hasta el momento, según se informó oficialmente, se detectaron en la investigación más de 1.000 fotografías y unos 100 videos. También se determinó que habría actuado en forma ininterrumpida desde fines de 2014.

Secuelas físicas y también psíquicas

“Las chicas, al principio, acceden a enviar fotos, pero con el correr del tiempo los pedidos son cada vez más fuertes y comienza a extorsionarlas. Incluso, les hace una ingeniería social inspeccionando sus contactos y los perfiles de los mismos, con el objetivo de obtener datos con los cuales presionarlas”, dijo Del Cero.

“El gran problema de Facebook es el entorno del groomeado (damnificado), que le permite al acosador saber todo de su vida”, agregó el fiscal.

Si bien en una gran parte de los casos de grooming no se produce el contacto físico entre el acosador y la víctima, estos hechos dejan secuelas físicas y psíquicas.

“En ese sentido, esta persona ha realizado mucho daño en las redes”.

Finalmente, describió que este tipo de delito en nuestro país tiene “una pena pequeña” comparada con otras naciones que legislaron al respecto y sostuvo que se debería reformar la ley.

“Considero que se debe ajustar la figura a la del derecho comparado, con más requerimientos y penas más severas. También hay que incluir como delito la simple tenencia de material pornográfico infantil”, finalizó Del Cero.

La misma ONG que colaboró con el caso Micaela

El operativo desarrollado en nuestro país por este caso se originó luego de recibirse una gran cantidad de reportes de la National Center for Missing & Exploited Children.

Es una organización estadounidense fundada en 1984, sin fines de lucro y que trabaja con organismos policiales, las familias y los profesionales que las asisten en temas relacionados con la desaparición y la explotación sexual de menores.

A medida que Internet se fue convirtiendo en una herramienta para este tipo de delitos, NCMEC recibió la autorización del Congreso de Estados Unidos para establecer Cybertipline, que brinda un mecanismo centralizado para que el público y los proveedores de servicios electrónicos informen lo relacionado a la producción, publicación, difusión y/o distribución de pornografía infantil en la red.

Desde 1998 el Programa de Identificación de Víctimas Infantiles reportó más de 108 millones de imágenes de ese tenor.

Tiene sede en Washington y un equipo conformado por más de 350 empleados y unos 200 voluntarios.

En Bahía Blanca los reportes realizados por esta organización sirvieron para detectar y atrapar a varios individuos acusados de someter a menores.

La ONG de Estados Unidos descubrió el contacto a través de Facebook entre la adolescente bahiense Micaela Ortega y Jonathan Luna, detenido como presunto autor de su homicidio.

A partir del crimen de la chica, el número de denuncias o de pedidos de asesoramiento por ciberdelitos creció de manera notable en nuestra ciudad.

Desde 2013 en el Código Penal

En noviembre de 2013, el Senado dio sanción definitiva al proyecto de ley que tipifica y penaliza el delito de "grooming", es decir el acoso sexual a menores de edad vía Internet. El artículo 131 del Código Penal prevé penas de 6 meses a 4 años de prisión “al que, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, conectare a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma”.Roxana Domínguez sufrió el grooming en carne propia, cuando su hija fue víctima de ese delito con apenas 13 años.

Desde entonces asumió que su misión era ayudar a prevenir y concientizar a las personas sobre este flagelo.

Desde 2009 participa activamente brindando charlas y explicando las maneras de evitar caer en las redes de los acosadores.

Es presidenta de la ONG #Mamaenlinea y sostiene respecto de estos individuos que “la impunidad y el anonimato de Internet les permite actuar de esa manera”.

Para Roxana, no hay que poner a la red de redes “como si fuera un demonio, aunque sí tomar conciencia de que nuestros chicos están expuestos".

Dijo que las campañas deben estar dirigidas tanto a los padres como a los menores.

“Hay que alertar a todos. Los adultos tenemos que conocer el sistema de navegación que usan nuestros chicos. El diálogo es fundamental, explicarles que se corren los mismos riesgos que en la vida real. Cuando nosotros éramos chicos nuestros padres nos decían que no hablemos con extraños, y acá es lo mismo”.

Sostiene que, a diferencia de lo que muchos creen, la red provoca un sentido de intimidad y seguridad que es falso.

“Un menor sube una foto desde su casa, en un lugar apartado, pero cuando llegó a la red pasa a ser de todos”, explicó.

También manifestó que los padres deben saber que al publicar información de sus hijos la ponen a disposición de los abusadores.

“Les liberan el camino para lograr contactar a nuestros hijos. A ellos (por los depravados) les cuesta 5 minutos realizar un perfil falso, con los mismos gustos de los menores, para lograr atraerlos y captarlos”.

Acerca del caso que sufrió su hija, Roxana admitió que “me dolió mucho el desconocimiento y la ignorancia que tenía de esto. Uno le compra los dispositivos a nuestros hijos y es un acto de amor, pero no te das cuenta de que podés abrirle la puerta a un montón de personas dispuestas a generar daño”.

“Sentí mucha culpa, porque somos los adultos los que metemos la tecnología en nuestra casa. El chico usa lo que le damos. Como mamá me sentí totalmente responsable de todo el sufrimiento”, agregó.

Consideró que a partir de lo ocurrido su hija “nunca más volvió a ser la misma. También nos pasó lo mismo a nosotros como familia”.

Por último, reclamó una campaña “real” contra el grooming.

“Queremos que se alerte a los papás sobre esto y que se penalice la simple tenencia de pornografía infantil. Todavía no lo logramos y no tenemos respuestas, lo que me provoca gran impotencia y hasta vergüenza ajena”, concluyó.