Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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“No tuvo conciencia”, afirmó el joven baleado por un policía

Julián Schneider se recupera de la herida sufrida durante el incidente ocurrido en Vélez Sarsfield al 4000, de Ingeniero White. Su madre consideró que el disparo no fue accidental.
La víctima fue asistida en la guardia del Hospital Municipal.

Julián Schneider (19) se encuentra en su casa y fuera de peligro, aunque asegura que lo ocurrido anteayer, cuando un policía lo confundió con un individuo que perseguía y lo baleó, será algo difícil de olvidar.

“Por suerte, ahora solamente tengo dolor. Pero además del disparo me agarraron como pelota de fútbol. Lo que más tuve fue miedo, porque pensé que no la contaba”, dijo el joven a La Nueva.

Afirma que “me costará mucho perdonar a quien me hizo esto. Además, la herida siempre estará. No tuvo conciencia, no pensó. Entró de la nada y disparó, sin preguntar si era propietario o no”.

Acerca de lo sucedido, explica que escuchó pasos en el techo de la vivienda de Vélez Sarsfield al 4000, de Ingeniero White, y que por esa razón salió al patio, donde advirtió la presencia de un efectivo.

“El mismo policía que estaba en el techo le gritó a su compañero y este se abalanzó contra mí. Me disparó y se metió en el galpón conmigo. Me quedé sangrando, sentado y no me dejó levantarme, me quería esposar a toda costa. Recién cuando le dí el documento, pude pararme”, agrega.

Su padre Miguel describe que el proyectil del arma accionada por el oficial Mariano Gómez (25) “entró y salió, pasó muy cerquita de los pulmones, aunque sin tocarle ningún órgano vital. Gracias a Dios fue una desgracia con suerte. Los médicos solamente le pidieron que haga reposo y curaciones”.

“Supuestamente, la policía venía corriendo al ladrón por arriba del techo y se largo al patio de nuestra casa. Justo se asomó mi señora por la puerta y ahí el tipo le pidió que lo esconda porque lo venía persiguiendo la policía. Mi señora alcanzó a cerrar la puerta y el sujeto escapó”, agrega.

Al respecto, fuentes oficiales indicaron que el individuo, que habría violado un arresto domiciliario, fue detenido.

“Cuando pasó todo, mi hijo salió a cerrar la puerta de su galpón y un oficial lo vio desde arriba y gritó `ahí está, ahí está´. Otro policía ingresó al patio, lo agarró y él se asustó e intentó ingresar al galpón. Allí, lo manoteó, lo giró, le apuntó con la pistola, pese a que mi señora le gritaba que era el hijo, y le disparó al lado”, añade.

Afirma que no bajarán los brazos para que se investigue el accionar del efectivo correspondiente al Comando de Patrulla.

“Pusimos abogados para que manejen esto. Todas las pericias van a pasar de la comisaría Tercera a la Fiscalía Nº 2 y el lunes veremos cómo continúa el caso”.

Graciela González, madre de Julián, quien se encontra en el lugar, asegura que le gritó más de una vez al policía que el joven era su hijo y que el tiro no fue accidental.

“Estaba sordo y ciego, porque no me escuchaba lo que le decía. A la casa entraron dos, uno se quedó en la puerta y fue quien le dijo que parara de golpearlo. Además de darle el disparo, el mismo policía le pegó patadas”.

“No le pidió documentos ni nada e incluso mi hijo no se resistió. Cuando él se movió, porque se asustó, el policía tomó como que se resistió. Así y todo le disparó. La reacción de mi hijo fue la de cualquiera luego que te apunten con un arma”, asegura.