Micaela fue estrangulada en el monte donde se la encontró
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En sus últimas horas de vida, el pasado 23 de abril, Micaela Ortega (12) fue llevada con engaños, al parecer por el prófugo Jonathan Luna, hacia un descampado en el kilómetro 701 de la ruta 3, a metros de la planta de Transportadora de Gas del Sur.
Allí Luna le pegó varios golpes con su puño en la cabeza que la desmayaron y luego la estranguló con una remera blanca que dejó en el lugar. ¿Por qué? Luna lo sabe y la Justicia busca saberlo.
Para el fiscal general Juan Pablo Fernández, el crimen “se habría cometido el mismo día en que desapareció y en el lugar donde fue encontrada muerta, ya que por los rasgos y el peritaje de la zona es muy complicado el traslado de un cuerpo, sobre todo teniendo en cuenta que Luna estaba a pie”.
El funcionario judicial detalló las últimas horas de vida de la menor, quien estuvo desaparecida cinco semanas y, pese a los intensos rastrillajes realizados por la policía en su búsqueda, fue hallada muerta recien cerca de la medianoche del sábado, gracias a un pedido del fiscal Rodolfo De Lucia a la red social Facebook.
Fernández brindó detalles de la autopsia realizada ayer a la menor y dijo que “en cuanto a los móviles que motivaron el hecho existen distintas hipótesis que van desde la impunidad y el encubrimiento del robo de algunos elementos secuestrados en el domicilio allanado –en Juana Azurduy y Cannig, de Ingeniero White- al eventual abuso sexual que pudo haber cometido el atacante”.
Sobre este último punto, el fiscal explicó que “pudo haber algún indicio de abuso pero hay que corroborarlo con una prueba de laboratorio. Pese a que en el cuerpo de Micaela no había signos de un ataque sexual, es algo que no se descarta porque pudo haber sido de otro tipo”.
“A la niña se le hicieron hisopados para juntar muestras, ahora hay que esperar sus análisis”, aclaró Juan Pablo Fernández.
En las próximas horas, Luna sería conducido de vuelta a la ciudad de Bahía Blanca para declarar, desde la comisaría de Tres Arroyos, donde se encuentra alojado para evitar mayores incidentes con el autor confeso del crimen de Micaela, Jonathan Luna (26).
El fiscal explicó que "el jueves recibimos, en función de un pedido del fiscal Rodolfo De Lucia a la red social Facebook, aportes claves para la causa. Por esto NC MEC (The National Center fot Missing & Exploited Children), un organismo que trabaja contra la pedofilia y la búsqueda y explotación de niños, adquirió esta solicitud y nos reportó información valiosa”.
“Era difícil lograrlo a través de Facebook porque esa compañía te informa sobre los IP abiertos pero no así diálogos o comunicaciones. Por eso el nexo se obtuvo a través del organismo mencionado. Este reporte permitió delucidar quien fue la última persona que tuvo comunicación con Micaela”.
“Al utilizar un Facebook trucho y hacerse pasar por una mujer fue que la investigación requería de mayor trabajo. A partir de allí, tras averiguaciones y declaraciones comenzamos a relacionar y llegar hasta el ahora imputado”, dijo Fernández.
En nuestra ciudad
Un prófugo que se mostraba en las redes sociales
Nombres falsos. Jonathan Luna contaba con al menos tres cuentas de Facebook, con diferentes nombres, aunque siempre con fotografías suyas, incluso en algunos de ellos aparecían vínculos con presuntos familiares. En todos sus perfiles, repletos de niñas, daba el tipo de lo que se llama un depredador sexual de la redes.
Sin embargo, según publica el diario "Río Negro", el asesino confeso de Micaela no pudo ser encontrado antes a pesar de que había sobre sí una orden de captura librada luego de que Luna violara los términos del régimen de salidas transitorias con que fue beneficiado a fines de 2014, tras cumplir parte de una condena por robo agravado en un penal rionegrino.
La historia es la de siempre. Al cumplir la mitad de su condena, que era de más de cinco años, una serie de informes oficiales hablaron bien de su personalidad y de su conducta por lo que un juez determinó que el convicto podía salir bajo ciertas restricciones durante 24 horas cada mes. La primera salida fue el 19 de diciembre de 2014.
Nunca más volvió a la cárcel. El 23 de diciembre libraron la orden de captura y desde entonces nadie lo encontró, excepto, claro, la malograda Micaela. Es decir, Luna debería haber estado preso y Micaela, viva.
Para evitar desmanes. Ahora, Luna -quien, según el secretario de Seguridad, Emiliano Álvarez Porte, confesó haber cometido el crimen- fue trasladado, por decisión judicial y para evitar que la situación se desborde, a la comisaría Primera de Tres Arroyos.
Aclaración. En tanto, el fiscal general, Juan Pablo Fernández, sostuvo que el lugar donde se encontró el cadáver de la menor “se preservó para poder realizar las diferentes pericias” y descartó que el incendio provocado en la casa del sospechoso “complique la investigación”.