Las Cañitas: dos viviendas fueron blanco de los amigos de lo ajeno

Redacción de La Nueva.

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Efectos valuados en unos 20 mil pesos robaron desconocidos el viernes, previo violentar dos obradores, en terrenos del barrio Las Cañitas.

Víctimas del saqueo resultaron los vecinos Miguel Montuelle y Guillermo Munafo, quienes son propietarios de los predios ubicados en la calle Victorica 2871 y 2875, respectivamente.

“Estuvo el viernes trabajando el plomero y se fue entre las 15.30 y las 16. El vecino volvió sobre las 18 y observó que había unas chapas sueltas en el obrador de mi amigo”, relató Montuelle (56) al ser consultado por un cronista de este diario.

Admitió que “habíamos tenido un año con mucho suerte porque es la primera vez que nos roban a ambos. En mi casa me reventaron una chapa y también se llevaron varias cosas”.

Según se informó, del domicilio de Munafo los ladrones se apoderaron de una máquina de cortar césped, una bordeadora, extensiones, la bomba de la pileta, una caja con herramientas, palas, rastrillos y un pico, entre otros efectos. A Montuelle lo despojaron de similares artículos.

“Fue una buena plata la que se llevaron estas personas entre ambos galpones. El daño económico en mi caso es de unos 7 mil pesos y el de mi amigo de 9 mil aproximadamente”, detalló.

Sobre cómo actuaron los delincuentes, explicó que “todo lo que hicieron fue por el patio, y deben haber ser pibes que seguro se escondieron detrás de una de las casas y aprovecharon que no había nadie para desclavar la chapa sin hacer tanto ruido”.

“Romper el candado hubiese sido muy complicado. Cuando tenían lo que se querían llevar lo juntaron y escaparon por el terreno baldío”, supuso el hombre y detalló que “en mi galpón entraron por un lugar muy pequeño, o sea que se requiere de alguien menudito para entrar. Fueron prácticos y ágiles”.

Montuelle señaló que la vivienda de su amigo aún no está acondicionada para vivir, pero “después de esto creo que él se va a querer venir ya mismo”.

“La verdad es que cansa hablar de lo mismo porque, interpreto, que si te vas con una maquina de cortar pasto, dos bordeadoras, palas y nadie ve absolutamente nada es muy raro”, opinó el hombre.

Y añadió que “por el bulto que se llevaron, todo hace pensar que alguien los estaba esperando para cargar las cosas. La tranquera estaba cerrada, por lo que fue todo por el fondo. Encontré herramientas mías de mano en el terreno de mi amigo; por lo visto saltaron el alambre”.