Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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Por el asalto a una joyería los condenaron a 12 y 7 años de cárcel

El Tribunal en lo Criminal N° 1 impuso las sanciones a Ricardo Antonio Carabajal y Cristian Maximiliano Rondina, por el robo cometido el 14 de abril de 2014 en Punta Alta, que les significó un botín de 500 mil pesos.
Rondina y Carabajal, junto a la abogada Graciela Rau, al momento de escuchar el veredicto condenatorio.

Fueron condenados en la víspera a 12 y 7 años de prisión dos individuos acusados de tomar parte de un asalto ocurrido a principios del año pasado en una joyería de Punta Alta, donde tres delincuentes se apoderaron de una importante cantidad de alhajas valuadas en unos 500 mil pesos, además de dinero y cheques.

Las sentencias fueron resueltas por el juez del Tribunal en lo Criminal N° 1, Hugo Alberto De Rosa, y recayeron en Ricardo Antonio Carabajal y Cristian Maximiliano Rondina, respectivamente.

El primero de ellos, junto a Andrés Guillermo Villalonga, a quien el magistrado le impuso una pena de 6 años de cárcel, fue responsabilizado también por un asalto ocurrido en una vivienda del barrio San Ignacio.

Para el juez De Rosa se acreditó que el 14 de abril de 2014, alrededor de las 17.45, al menos cuatro delincuentes asaltaron el local denominado “La Esfera”, ubicado en calle Irigoyen 21, de la vecina ciudad.

Tres de los ladrones actuaron armados y redujeron a cuatro trabajadores y dos clientes, a quienes maniataron con alambres y condujeron al depósito del comercio.

Una de las víctimas recibió patadas durante el atraco, mientras que a otra la golpearon en la cabeza con la culata de un revólver.

En esas circunstancias colocaron en una bolsa de importante tamaño tres paños con anillos de oro, otro con unas 70 cruces del mismo metal precioso, un número similar de medallas para grabar, además de una gran cantidad de aros y colgantes.

También sustrajeron 15 mil pesos en efectivo, tres cheques, artículos para reparar, unos 200 relojes, dijes, dos cajas con anillos de oro y plata, otras veinte conteniendo aros con perlas y teléfonos celulares.

Por otra parte, quedó probado además que Carabajal y Villalonga, en compañía de otro individuo, habrían tomado parte de un hecho ocurrido el 11 de febrero del año pasado, a las 21.30, en una casa ubicada en Rastreador Fournier al 3300, donde accedieron por una ventana y amenazaron a Denis Moschetti, quien estaba embarazada y la ataron junto a sus hijos de 3 y 12 años.

Luego se alzaron con unos 12 mil pesos, 4.500 dólares, varias joyas, un plasma, ocho notebooks (siete de ellas pertenecientes al plan nacional Conectar-Igualdad), dos valijas y gran cantidad de prendas de vestir.

Villaloga fue arrestado a mediados de febrero de ese año, en un allanamiento desarrollado en Saavedra 2763 por personal de la comisaría Cuarta y la DDI.

Por último, Ricardo Carabajal fue hallado culpable de haber portado sin autorización, el 15 de abril de 2014, durante un allanamiento realizado en una casa de la calle Teniente Farías al 1600, una pistola calibre 9 milímetros.

Las pruebas

Respecto del asalto a la joyería de Punta Alta, el magistrado tomó en cuenta las declaraciones y reconocimientos realizados por las víctimas, además de las grabaciones de las cámaras de seguridad del local.

Un informe de la empresa de telefonía localizó llamadas realizadas por Rondina el día del hecho en Punta Alta. Este también fue captado por el sistema de seguridad realizando tareas de inteligencia en el negocio una semana antes del atraco.

Un testigo señaló que Carabajal lo había llamado con la intención de adquirir dos colectivos que estaban a la venta en Cabildo.

Por otra parte, un policía dijo haberlos reconocido al observar las filmaciones, mientras que otro detalló las alternativas del allanamiento realizado en la casa de Carabajal, en la que secuestraron un arma, un handie y precintos.

Sobre el hecho cometido en la vivienda del barrio San Ignacio, De Rosa también contempló el relato de la damnificada, de los uniformados que intervinieron en la investigación y los reconocimientos de los imputados (Carabajal y Villalonga).