Está claro que Salas sabía lo que hacía

Redacción de La Nueva.

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Las pericias psiquiátricas demostraron que Gustavo Abraham Salas (28) no padece alteraciones mentales y que el juez consideró un “mero intento de mejorar su situación legal”, la declaración en la que manifestó que la pequeña a la que privó de su libertad, en un hecho sucedido en julio en Santa Margarita, habría caído accidentalmente en el baúl de su auto cuando le pidió ayuda para retirar elementos.

Ayer trascendieron detalles de los fundamentos del fallo por el cual mediante el trámite de juicio abreviado, el juez del Tribunal en lo Criminal Nº 1, doctor Hugo De Rosa, halló culpable al procesado del delito de sustracción de menores, y le aplicó una pena de siete años de prisión.

Para el magistrado se acreditó que el 21 de julio pasado, siendo las 9.40, en El Resero al 600, se sustrajo del poder de su padre a una menor de 10 años, quien se encontraba a dos cuadras de su casa.

La pequeña se dirigía hacia un comercio del sector para realizar compras pedidas por su madre, cuando Salas, luego de intentar entablar un diálogo, la alzó y la arrojó dentro del baúl del Ford Escort SHI 997, ocultándola en el interior del mismo para darse a la fuga del lugar, siendo interceptado por personal de la comisaría Segunda en el camino Parque Sequiscentenario, a unos 300 metros de la ruta 3.

En el fallo se refieren declaraciones testimoniales obtenidas durante la instrucción, como ser la de un vecino que advirtió la maniobra y dio aviso al teléfono de emergencias 911.

Del mismo modo, se consigna la utilización de las cámaras del SIPREVI para localizar el rodado y permitir que fuera interceptado por los policías, quienes manifestaron que el sospechoso dijo que la menor era su hija.

La propia víctima declaró mediante el sistema de Cámara Gesell y comentó que el imputado le pidió que la ayudara a bajar una cajas del auto, que ella se negó y que el sujeto insistió, prometiéndole dinero a cambio.

Explicó que el sujeto avanzó y que la atemorizó, aunque finalmente la tomó de los pelos y la “tiró dentro adentro del baúl”.

Le pequeña describió que lanzó una patada y golpeó al sujeto, a lo que éste le replicó: “ahora vas a ver”. Agregó que se golpeó la cabeza y que no recuerda nada más.

Dijo que la sacó del baúl y que al ver a la policía volvió a meterla allí, además de mencionarle a los agentes que llevaba un perro en ese lugar.

Respecto del imputado, dijo que no lo conocía y nunca lo había visto en el barrio.

Las pericias psicológicas realizadas a la niña determinaron que su relato resultó coherente, espontáneo y lógico.