Imponen seis años de cárcel a un expolicía
-
- copiado al portapapeles
-
- copiado al portapapeles
Iván Darío Quintas, expolicía de la comisaría del barrio Noroeste, fue condenado ayer a 6 años de prisión, como partícipe necesario en los asaltos a dos comercios, cometidos en nuestra ciudad en el pasado mes de abril.
El Tribunal en lo Criminal 3, integrado por los jueces Daniela Castaño, Eduardo Alfredo d'Empaire y Raúl Guillermo López Camelo, hallaron a Quintas culpable de dos robos agravados por el uso de arma de fuego.
Según el fallo, se demostró que el expolicía participó junto a Marcelo Ricardo Almaraz y Luis Miguel Jesús Gavilanes, en el atraco perpetrado el 26 de abril, alrededor de las 20, en la pollería de Washington 1596, propiedad de Dana Soledad Walden.
Allí, Almaraz y Gavilanes, uno de ellos armado con un revólver, amenazaron a la mujer y a Eduardo Chiappe, robándoles 800 pesos que estaban en la caja registradora, un teléfono celular y documentación.
También se probó que mediahora más tarde, los mismos individuos accedieron a la pizzería de Láinez 2760, donde el primero apuntó con el arma al dueño, Sandro Ortiz, reclamándole “la plata", mientras su cómplice redujo a Marcelo Appelhanz y le robó 1.500, una campera, una mochila con documentación personal; una billetera, un reloj y un par de guantes.
Señaló el fallo que en ambos casos los delincuentes escaparon en un automóvil marca Dacia, dominio SCN 348, que era conducido por el dueño, Iván Quintas.
El defensor Juan Manuel Martínez, planteó las dificultades que existen para demostrar cuándo el chofer de un vehículo que interviene en un delito, ocupa el rol de coautor o partícipe. Concretamente, mencionó las circunstancias que, en su opinión, descartan la coautoría funcional o la participación primaria, indicando que, eventualmente, su pupilo debía responder como partícipe secundario.
“Contrariamente a lo sostenido por la defensa... Quintas ha realizado un aporte esencial para lograr la consumación de los hechos, revistiendo el carácter de coautor funcional”, se afirmó en el veredicto.
La fiscal Claudia Lorenzo solicitó, por su parte, se valoraran como agravantes la nocturnidad, la pluralidad de intervinientes y la escasa motivación del imputado para respetar las normas que regulan la vida en sociedad.
En este sentido, los jueces consideraron que “la nocturnidad brindó un marco propicio para lograr la huída del lugar y su impunidad, al menos hasta que fueron aprehendidos”, y agregaron que Quintas era un policía con conocimiento de las normas que castigan conductas como las que desarrolló en el caso.