Prohibición de fumar, una norma discutida que hoy todos aplauden

Redacción de La Nueva.

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Federico Moreno

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El próximo viernes se cumplirán 10 años de la entrada en vigencia de la ordenanza municipal que prohibió fumar en todo lugar cerrado de acceso público de la ciudad, ya sea de la órbita privada o estatal.

Hoy, ya lejos de aquel 2007 de confiterías llenas de humo y prendas impregnadas de olor a tabaco, Bahía Blanca se muestra como una ciudad madura donde las infracciones por violar esta norma bajaron a cero y en la que, según sostienen, “sería impensado que alguien se prendiera un cigarrillo en un restaurante”.

“Ha sido una medida muy positiva y hoy se disfrutan los beneficios del aire puro. El humo ambiental del tabaco es dañino para todos, fumadores y no fumadores. El trabajo de concientización a la población y a los inspectores fue muy importante en su momento y el hecho de que se impusiera una sanción reforzó esa toma de conciencia”, sostuvo uno de los impulsores de la ordenanza, el doctor especialista en cáncer de pulmón Eduardo Laura.

“En el registro del cáncer de pulmón se ha notado una tendencia significativa a la disminución de casos, sobre todo en los hombres. Si nos ponemos firmes con hacer cumplir estas normas, seguiremos bajando las cifras. Se estima que todavía un 10% de los que enferman y mueren por tabaco son fumadores pasivos, lo que puede traducirse en unos 4.000 argentinos por año”, agregó el médico.

“Es muy agradable ir a cualquier evento, incluso privado, y ver que la gente ya tiene el hábito de ir a fumar afuera. Falta control en los boliches y educar en las cárceles, donde todavía se sigue respirando mucho humo”, opinó Laura.

Las cifras oficiales de infracciones labradas por fumar en espacios cerrados de los últimos 10 años son elocuentes: cada uno de esos años tuvo menos infracciones que el precedente, al punto de contabilizar apenas una en el 2016 y ninguna en los 8 meses transcurridos del 2017.

“El primer año (2007-2008) labramos 213 infracciones, algo que actualmente labramos contando todos los rubros que abarca la Dirección, y desde allí cada año hubo menos infractores. La norma tuvo una muy buena aceptación de la gente desde un principio”, analizó el responsable de Fiscalización municipal, José Montanaro.

“Infracciones ya casi no hay, lo que sí se siguen haciendo son actas de inspección con notificaciones, porque tal vez recibimos denuncias sobre un local pero al momento de inspeccionar no podemos constatar la falta", agregó.

"De todas formas, se notifica al comercio para que tenga presente en todo momento la plena vigencia de la ordenanza. En los boliches seguimos teniendo denuncias y son tal vez el lugar más difícil para constatar la infracción, pero se trata de casos aislados y prueba de ello es que la gente sale de los mismos sin olor a humo en el pelo o en la ropa”, sostuvo Montanaro.

Los trabajadores gastronómicos también hicieron su análisis:

“No recuerdo bien cómo fue la transición con la sanción de la ordenanza, pero con el tiempo la gente lo tomó bien y es mucho mejor así. Esto antes era una humareda, mientras que ahora nadie se atrevería a prender un cigarrillo adentro”, dijo Ester, empleada de un café en avenida Colón y la peatonal Drago.