En procura de aumentar la cantidad de donantes de órganos

Redacción de La Nueva.

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   El titular del Incucai, Alberto Maceira, consideró "prioritario" un cambio de "paradigma" en "la concepción del acto médico que permita aumentar la tasa de donación de órganos, a partir de entender que éste no concluye con la muerte del paciente "sino con la donación y el trasplante".

   Por otro lado, el funcionario celebró la media sanción a la denominada "Ley Justina" aprobada por unanimidad por la Cámara alta días atrás, en coincidencia con el Día Nacional de la Donación de Órganos.

   "Los inconvenientes que siguen surgiendo respecto de la donación y el trasplante tienen que ver con que no está instalado lo suficiente el tema en el sistema sanitario", dijo Maceira, quien lleva poco más de un mes al frente del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante.

   "Creemos prioritario que el sistema sanitario entienda que el proceso salud-enfermedad hoy no termina con la muerte, sino con el trasplante y la donación", agregó.
En este marco, la denominada "comunicación en muerte", es decir, la notificación de la posibilidad de donar tanto a la familia como al organismo especializado, debe ser emprendida por los profesionales de la salud como "parte del tratamiento médico que se debe llevar adelante".

   "Es probable que ahora estén muriendo un montón de donantes y nosotros, como organismo, no nos estamos enterando. Es fundamental que el sistema sanitario tome el compromiso de la comunicación en muerte para nosotros poder avanzar y tener muchos más donantes", agregó. Y si bien no hay cálculos reales de cuántos donantes se pierden por falta de notificación, un ejemplo dado por Maceira permite dimensionar la problemática.

   "En un hospital puntual interzonal de la Provincia de Buenos Aires se produce una muerte por día, en promedio. 

   De esos 30 fallecidos sabemos, por estadísticas internacionales, que el 30% registró una muerte bajo criterios neurológicos, es decir, muerte cerebral, con lo cual, dijo, "tendríamos que tener 10 eventuales donantes por hospital por mes, y claramente no los tenemos", dijo.

   Por eso, el Inadi se propone "trabajar fuertemente" en favor de este cambio de paradigma respecto a cuándo concluye el acto médico, algo que en España ya lo lograron y por eso la tasa de donantes reales por millón de habitantes es tres veces superior a la argentina.

   "Faltan medidas a mediano y largo plazo: las de corto y mediano plazo tienen que ver con la inserción en el sistema de salud y las a largo plazo tienen que ver con la educación y pregrado", dijo.

   No obstante, según la "Memoria 2017" del Incucai, el año pasado se registraron dos récords históricos: en el número de personas que se registraron como futuros donantes (199.733) en el Registro Nacional de Expresiones de Voluntad y en el número de trasplantes anuales (1.892), que creció 11.68 por ciento respecto del año anterior.

   "El aumento de la cantidad de manifestaciones positivas a la donación tiene que ver con las campañas que estamos realizando nosotros desde el Incucai y de todos los organismos que manejan la temática para que la gente tome conciencia y resuelva el tema de la donación antes, y no tengan que tomar la decisión los familiares al momento del fallecimiento", dijo. Además, el 66,27 por ciento de las personas que se convirtieron en donantes efectivos el año pasado, fueron "multiorgánicos", es decir, aportaron más de un órgano y casi el 5 por ciento de los trasplantes fueron multiorgánicos (renopancreáticos, hepatorrenales y hepatointestinal).

   "El año pasado se mejoró la cantidad de multiórganicos y esto depende de la capacidad del sistema de salud para mantener el cadáver en condiciones hasta que lleguen los equipos de salud y esto tiene que ver con la tecnología pero también con el diagnóstico temprano, la atención y el cuidado", dijo.