El poliamor y las distintas formas de relacionarnos

Elizabeth Schulz

   Una amiga me contó el diálogo que escuchó entre dos mujeres. Una le preguntaba  a la otra:

   -¿Vos escuchaste eso del poliamor?

   -Sí, mucho. No sé de qué se trata, pero escuché a famosas en la tele que hablaban de eso y parece que está de moda.

   -Yo tampoco sé mucho, pero eso de estar en contra de la monogamia no me gusta. 

   ¿Qué es el poliamor? ¿Es una moda? ¿Es estar en contra de la monogamia?

   El poliamor es un neologismo que se utiliza en los últimos tiempos para referirnos a las relaciones amorosas y estables con más de una persona, quienes aceptan, de manera conciente, esta clase de relaciones.

   La honestidad y la comunicación juegan un papel muy importante en este tipo de vínculo, ya que todas las partes deben conocer cuáles son los límites o acuerdos para mantener una relación transparente y honesta.

   El poliamor pone el foco en la afectividad y no exclusivamente en las relaciones sexuales y coitales. Tampoco son relaciones exclusivamente de varones y mujeres, participan personas de distintas orientaciones sexuales.

   Las relaciones poliamorosas se mantienen en el tiempo a diferencia de lo que sucede en los intercambios de pareja esporádicos o swinging.

   Estas relaciones no están exentas de conflictos, celos o luchas de poder, al igual que las monogámicas. Son parejas que tienen sus acuerdos para que nadie salga lastimado, o para que no se generen situaciones complejas por celos o por poder. Mantener la armonía en este tipo de relaciones es tan complejo como en la mayoría de las parejas tradicionales.

   No se trata de una moda, es una forma de relacionarse entre personas que está saliendo de las sombras, que está empezando a ver la luz debido al contexto socio-cultural contemporáneo, más abierto y sin tantos prejuicios.

   Son temas que están en la tele o que los vemos en películas. Incluso escuchamos a algunas personas hablar de poliamor, más allá de si están o no de acuerdo. Pero  hablan del tema, preguntan y se preguntan. Eso era impensado en otros tiempos.

   Tampoco se trata de ir en contra de la monogamia, es complicado de entender si lo pensamos desde las estructuras tradicionales de la pareja. Es una manera de amar y relacionarse no posesiva, que pone en práctica la honestidad y la comunicación sincera entre los amantes, a fin de evitar la mayor cantidad de conflictos posibles.

   Las desventajas del poliamor pueden ser la desaprobación social y la discriminación, debido a la monogamia impuesta por nuestra cultura. Los celos tampoco son grandes aliados para esta forma de relacionarnos ya que estamos fuertemente acostumbrados a pretender exclusividad sexual. 

   Y la complejidad emocional de interactuar íntimamente con más de una persona es un tema difícil de comprender. Este estilo de vida requiere de una deconstrucción de las ideas y de las creencias sobre de las relaciones íntimas entre las personas. 

   Por lo tanto, para comprender el poliamor tenemos que abrir nuestra mente y, más allá de que nos atrevamos o no a mantener este estilo vida, aprendamos a respetar a quienes eligen amar o compartir su vida íntima con más de una persona. 

   La exclusividad sexual para algunas personas puede resultar una forma egoísta de amar. 

   El amor es libre y las personas somos libres de amar, de manera exclusiva o no. Lo importante es respetarnos a nosotros mismos y, a la vez, respetar la diversidad. El tema está instalado y la posibilidad de dialogo y debate es posible. Antes, en muchos casos, ni siquiera nos atrevíamos a conversarlo en  privado.