Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

"En lo único que me concentraba era en ganar unos pesos y comer"

El argentino Ricardo Juncos fue una de las tantas víctimas de la crisis del 2001. Al año siguiente emigró a Estados Unidos y hoy, 16 años después, dirige con éxito su propio equipo de Indy Car.

Foto: Juncos Racing.

Por Tomás Arribas / tarribas@lanueva.com   

   Diciembre de 2001, Argentina ardiendo en llamas; un conocido y doloroso capítulo de la historia nacional que mejor no recordar...

   No fueron pocos los que, agobiados por la desoladora realidad económica de entonces, agacharon la cabeza, tomaron coraje y apostaron por la búsqueda de un nuevo rumbo.

   "Ya pasaron 15 años de mi llegada a Estados Unidos, con una mano atrás y otra adelante, sin hablar el idioma y sin conocer a nadie", reconoció Ricardo Juncos.

   ¿Quién es Ricardo Juncos? Un ex piloto de Fórmula Renault y Sport Prototipos, que, en el turbulento inicio de milenio, vio imposible la concreción de sus sueños.

   Actualmente, y luego de un largo peregrinaje por ligas menores, Juncos vive días memorables: su estructura mecánica, denominada "Juncos Racing", será de la partida hoy, por segundo año consecutivo, de la mítica Indy 500, o como bien se la conoce, 500 Millas de Indianápolis.

   "Yo había perdido todo en Argentina, y en lo único que me concentraba cuando vine era en conseguir un trabajo que me permita comer, ganar unos mangos y aprender el idioma. Y hoy, por suerte, estamos haciendo historia", contó.

   El Dallara-Chevrolet N°32 que alista el Juncos Racing, y que conduce el estadounidense Kyle Kaiser, partirá desde el 17° puesto, en la legendaria y prestigiosa automovilística norteamericana, alguna vez integrante del calendario de Fórmula 1.

   Realmente poco importa ello, cuando uno toma dimensión del enorme vuelco que dio la vida de Ricardo.

   "En ningún momento planifiqué esto como objetivo. Trato de mantener la calma y no pensar mucho, para no cometer errores. Desconozco en profundidad cuánto se habla y cuánto repercute en Argentina lo que hacemos acá. Quizás, debería repercutir más fuera del automovilismo, como un ejemplo de motivación", entendió.

   —¿Qué significa formar parte de esta majestuosa carrera?

   —Es difícil expresar con palabras esto que nos toca vivir. sabemos el riesgo que asumimos y lo difícil que es afrontarlo. Manejo un grupo muy grande de gente entre los tres equipos (Ndr: Pro Mazda, Indy Lights e Indy Car), entonces trato de mantener la calma y no pensar mucho para no cometer errores. Para mí, poder largar la carrera es una victoria; poder representar al país acá no tiene precio y es lo que intentamos hacer. El resultado que consigamos será bienvenido.

   —¿Cuánto avanzó el equipo en estos años?

   —Avanzamos mucho en la selección del personal, con una base mucho más sólida. Fuimos más inteligentes y con más experiencia en poder determinar con menos confusión, qué necesitábamos y qué no; siempre respetando nuestra filosofía y nuestro modo de trabajar, muy distinto a los equipos americanos.

   “La diferencia hacia las grandes estructuras es más pequeña que antes. Eso nos satisface por un lado, pero, por el otro, nos presiona mucho más. Esa es la principal diferencia con respecto al año pasado”, confesó.

   —¿Sentís que lo que estás logrando puede repercutir positivamente en el automovilismo argentino?

   —No sé cuánto puede repercutir. Obviamente soy consciente que es un hecho histórico, y más habiendo clasificado 17° con 33 autos en parrilla, y que para un país tan fierrero es importante. Pero la realidad es que al estar metido de cabeza, día a día, en comandar el equipo no estoy muy atento a las repercusiones.

“Había perdido todo en Argentina”

   A fines de los 90', previo a su incursión como propietario y director de equipo, Ricardo Juncos supo estar detrás del volante y con el casco puesto. Casi al unísono creó su propia estructura, mientras piloteaba un Sport Prototipos Nacional.

   Entre prueba y error, inversiones acertadas y no tanto, el crudo bolsillo comenzó a hacer mella; al punto de, como él mismo expresa, “había perdido todo”.

   “Llegó un momento que fundimos biela, quebramos y perdimos todo. Por eso, en los primeros meses de 2002, decidí arrancar para el norte”, contó.

   —¿Qué fue lo primero que hiciste en Norteamérica?

   —Desde que llegué a Estados Unidos traté de vincularme al automovilístico. Pude empezar a trabajar en un equipo de karting, y al tiempo crear mi propia estructura (Ndr: en 2009). En ningún momento planifiqué todo esto que logramos hoy como objetivo. Pero la realidad es que, a medida que pasó el tiempo, fuimos creciendo como equipo, ganando campeonatos y así se abrieron nuevas puertas.

   —¿Ibas pensando en la Indy?

   —En la medida que todo va saliendo bien, empezás a sentirte más capaz y a ver que quizás no sea tan loco pensar en algo tan grande como la Indy Car. Y medio como que se fue dando de a poco, pero si me preguntabas esto 15 años atrás, hubiera dicho que imposible. Pero mucho tuvieron que ver los logros deportivos.

   —¿Objetivos de aquí en más?

   —La idea es afianzarnos como equipo de Indy full time. Pero una vez que ello acontezca, después de una o dos temporadas completas, recién ahí vamos a poder pensar en ganar carreras o pelear un campeonato. Hay más de 100 años de historia en la categoría, y estructuras como la de Roger Penske, la de Michael Andretti, Graham Rahal y Foyt. Pelear con ellos no será sencillo.

   “Sería equivocado de mi parte, llegar y querer ganar de entrada. Es un camino largo y difícil, que vamos a tratar de hacerlo de cualquier forma, avanzando de a poco, siendo humildes y aprendiendo. Quizás dentro de 10 años, podamos decir que dejamos una huella”, cerró.

   A los 43 años, Ricardo Juncos logró más de lo que hubiese imaginado. Perfil bajo, laburante y ambicioso; la fórmula que lo sitúa hoy en las grandes ligas.

"Largamos 17° y con un auto bastante contundente"

   La buena actuación del debutante Kyle Kaiser, actual campeón de Indy Lights con Juncos Racing, le permitió pasar el corte clasificatorio el fin de semana pasado (avanzan 33) y clasificar 17°; decoroso resultado parcial para una modesta estructura como la que comanda el propietario argentino...

   "No entramos de casualidad a la carrera. De hecho, le apuntamos a grandes cosas, largando 17° y con un auto bastante contundente. Es decir, estamos bien. De todos modos, el objetivo es terminar la carrera. Seguiremos con la mente fría, procurando avanzar pasito a pasito diariamente”, contó al respecto.

   "Técnicamente, cualquiera puede ganar la carrera, porque habiendo apenas medio segundo de diferencia en una vuelta, entre el primero y el último, todo puede pasar. El resultado que consigamos será bienvenido”, concluyó.