Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Condena por un caso de grooming que tuvo características similares al de Micaela Ortega

El acusado utilizaba siete perfiles falsos de Facebook, se hacía pasar por una chica e intentó encontrarse varias veces con la menor.

Fotos: Archivo LN.

   Un hombre detenido por un caso de grooming que tuvo características similares al que desencadenó el crimen de Micaela Ortega, fue condenado a la pena de tres años de cárcel.
   Al igual que Jonathan Luna -sentenciado a prisión perpetua por el asesinato de la adolescente bahiense-, el acusado usaba perfiles falsos de Facebook, se hacía pasar por una chica e intentó encontrarse en varias ocasiones con la menor.
   La fortuna quiso que la madre de la víctima observara varios de esos chats, por lo que de inmediato hizo la denuncia y permitió que actuara la justicia.
   En las últimas horas, en el marco de un debate abreviado, la jueza del Tribunal en lo Criminal Nº 3, Daniela Fabiana Castaño, sentenció a Daniel Eduardo Boella (41) por los delitos de “corrupción de menores y grooming”.
   Previamente, la fiscal Marina Lara y el abogado Mariano Jara, con la conformidad del procesado, habían acordado la sanción y la calificación legal de los hechos.
   Para la magistrada se acreditó que desde 2015 y hasta el 28 de febrero de 2017, Boella contactó a través del chat de la red social a la menor, quien tenía diez años al momento del inicio de las comunicaciones.
   Para ello utilizó una cuenta en la que simulaba ser una joven y desde la cual le envió varias fotos pornográficas, al tiempo de solicitarle que esta se tomara imágenes y se las remitiera, logrando que lo hiciera en una oportunidad.
   De la misma forma, intentó en reiteradas ocasiones mantener encuentros con la adolescente en diferentes lugares, los cuales no llegaron a concretarse.


   El 29 de mayo de 2017 efectivos de la Policía Federal allanaron la casa del acusado, ubicada en Mitre al 3.000, donde secuestraron dos CPU y dos pendrives (fueron hallados debajo de su almohada).
   Al peritarse los elementos se hallaron "gran cantidad de archivos con imágenes de niñas y adolescentes en poses sexuales o sugerentes".
   También se encontró evidencia de que Boella “creó y utilizó por lo menos siete perfiles falsos de Facebook para contactar menores de edad”.
   La causa comenzó a ser investigada a partir de la denuncia de la madre de la chica, quien refirió haber recibido un aviso de Facebook del teléfono de su hija, advirtiendo que esta había abierto la aplicación desde otro dispositivo.
   A partir de ello tomó conocimiento que la adolescente se comunicaba por chat con otra persona, manifestando que de inmediato intuyó que no se trataba de una mujer. 
   Tras la presentación se determinó el IP del perfil denunciado y la dirección del inmueble al que fue asignado.
   La víctima declaró mediante el sistema de Cámara Gesell y describió que la persona con la que intercambiaba mensajes le enviaba material pornográfico y, al mismo tiempo, le pedía que se sacara fotos.
   También refirió que le solicitó encontrarse en varias ocasiones.
   Una perito psicóloga que entrevistó a la chica manifestó que no tiene tendencia a la fabulación y que su relato era “acotado y desafectivizado, probablemente por vergüenza”.
   Por todo ello, la jueza entendió probada la responsabilidad de Boella en los hechos investigados y lo sentenció a la pena de 3 años de prisión.

El delito

       La ley 26.904 contra el grooming o ciberacoso, creada en noviembre de 2013, se incluyó en el artículo 131 del Código Penal. Pena con 6 meses a 4 años de prisión a quien, “por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma”.