Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

Midget: Alan, otro Renero que vive a pleno las "carreras"

El tercer integrante de la dinastía debutó en el Invernal y reparte su tiempo entre el Midget y la medicina.

Fotos: Pablo Presti- La Nueva.

Por Tomás Arribas / tarribas@lanueva.com
(Nota publicada en la edición impresa de hoy)   

   Mediodía de domingo. Como en cada hogar fierrero, el televisor sintoniza la competencia de turno; en este caso, el siempre atractivo Turismo Nacional.

   La familia Renero, conformada por Nora, Walter, Karina y Alan, minutos después del almuerzo, continúa rodeando la mesa rectangular del comedor. ¿El tema en cuestión? Naturalmente, Midget.

   ¡Como para no! El pasado domingo 6 del corriente, la dinastía sumó la tercera generación en la competición...

   La encargada de romper el hielo de la charla fue Nora, esposa del recordado Omar, quien en 1974 inició la tradición familiar en la categoría.

   "¿Viste, vos?. Tendremos que seguir yendo a la pista. Será el 44° año junto al Midget. Apenas me perdí dos carreras; una por mi mamá, un día que tuvieron que internarla, y otra por mi hija, cuando la operaron de urgencia de apendicitis", comentó, mientras recibía en manos un espumoso mate de su nuera, Karina.

   —¿Lo imaginaba a Alan compitiendo?

   —Todos decían que no se iba a subir, pero yo, interiormente sabía que iba a hacerlo. Siempre se dedicó a los libros; de hecho, para el estudio es muy aplicado. Pero yo le tenía fe para ésto. Es muy seguro al volante.

   —¿Sufrió mucho viéndolo desde la tribuna?

   —No, en absoluto. Muchos me preguntan si tengo miedo, pero la verdad que no. Si tiene que pasar una desgracia, pasará. Te puede pasar en la calle, con un loco que te pasa por arriba. Por ahí, al momento de largar, siento un poco de cosquilleo.

   "Me enorgullece --reconoció-- ver a mi nieto continuando la dinastía. Siempre estuve junto a ellos. Por eso, mientras pueda, voy a seguir acompañando".

   El nostálgico testimonio de Nora denota aquella indescriptible pasión que agrupa a tantas familias en Bahía Blanca y la zona.

   "Voy a cumplir 48 años y llevo 44 junto al Midget. Imaginate lo que significa para nosotros. Lo que te genera esto, no te lo genera nada", sostuvo Walter, confirmando lo expuesto en el párrafo anterior.

   El exitoso recorrido midgístico del actual vicepresidente del CMS se inició a fines de los 80´(temporada 88/89) y concluyó abrupta e inesperadamente el año pasado, por una hernia que puso en riesgo su integridad física.

   La posibilidad de continuar ligado a la actividad supo sanar la herida y le permitió enfocarse en el debut del "nene", cómo todavía Walter se refiere a su único hijo.

   "Tuve muchos nervios antes que saliera a pista, pero no por mí, sino por él; unos nervios que no tuve nunca. Se habló mucho por ser 'hijo de', y la realidad es que él es Alan y yo Walter, dos personas diferentes. Quería que fuera todo bien y que no sienta esa presión. Es un debutante más, como cualquiera, y tiene que aprender", señaló el Negro.

   Qué mejor disparador para darle la palabra a Alan.

   —¿Te pasó algo de eso que comentó tu papá? ¿Te sentiste presionado?

   —En todas las notas decía que no tenía ningún tipo de presión por el apellido. Pero cuando entrás a la pista sentís un poco de eso; te miran distinto por ser hijo de alguien reconocido.

   —Es decir que, ¿no corrés por la historia familiar sino por gusto propio?

   —Comencé porque me gustaba, no por la tradición del apellido. Cuando me subí a los 14, dije: "Quiero correr". Nunca pude probar otra vez, porque papá corría y había que cuidar el auto. Pero cuando tuvo que bajarse vi mi oportunidad. Al principio tenía miedo que lo vendan, pero me daba no sé qué decirle que me lo deje correr. Pasaron unos meses y automáticamente agarró viaje.

   —¿Hubo que negociar algo para obtener el permiso?

   —Costó convencer a mi mamá. Pero prometí no quitarle atención al estudio. Por suerte voy al día, en el tercer año de medicina. De hecho, unos días antes de la primera fecha, rendí un examen difícil y me saqué "9", así que no se pueden quejar. Después tuve una semana para descansar y enfocarme en el Midget.

   La enorme responsabilidad académica asumida, es un distintivo particular en el perfil midgístico de Alan, quien el mes pasado cumplió 22 años.

   No es común hoy en día, ni lo ha sido en el pasado (a excepción de contados casos), encontrar pilotos que reúnan dicha condición.

   "Es un ejemplo para mí, porque yo, cero estudio. No sé de dónde lo sacó (risas). Pero es súper aplicado y le gusta lo que hace", puntualizó Walter, sobre el exitoso presente estudiantil de su hijo.

   En tal sentido, ¿podrá ello interferir en el camino de aprendizaje al volante? El propio Alan se encargó del asunto...

   "Ni hablar que no estar tanto en el taller no ayuda. Me pasa que a veces estoy estudiando, los chicos me mandan fotos, y yo siento culpa de no estar. Pero esto, es todo lo que puedo dar. Cuando tengo tiempo aparezco. Mi prioridad es el estudio", aclaró.

Pasó la primera prueba

   Comúnmente, el resultado poco importa en el debut. De todas formas, Alan tiene cuentas por saldar en la segunda jornada invernal.

   "Quiero ir a probar para seguir girando y acomodarme más al auto. Me quedé mal por no haber estado seguro en pista, con tantos trompos y problemas que tuve. En la semifinal venía bien, pero volví a acelerar de más y me enrosqué. Tengo que acostumbrarme, porque encima ahora largo adelante y no tengo que desentonar", reconoció Alan.

   Walter, no se quedó atrás. Aunque la reflexión del Negro al respecto, también reúne los aspectos positivos...

   "A pesar del problema en la cremallera de dirección-- remarcó--, pudo hacer las cosas bien. Antes de salir a pista le dije: 'Girá, aprendé, sumá para clasificar y traé el auto entero'. La experiencia no se compra ni se alquila, hay que hacerla".

   —Walter, ¿qué estaría pensando ahora tu viejo?

   —Estaría súper orgulloso por cómo hacemos las cosas. Él me enseñó a manejarme siempre por derecha y respetando a los demás; cosa que ahora yo le inculco a mi hijo.

“Sabe mucho más de Midget que yo”

   "Mi abuela ceba mate todos los días en el taller y ayuda a mi papá a hacer un montón de cosas en el midget. Ella sabe mucho más que yo (risas). Tendría que ir a dar unas vueltas en el salitral, a ver qué pasa", bromeó Alan, ante la risa cómplice de Walter.

No se perdió una

   "Siempre me gustaron las carreras, por eso no tuve problemas en seguir a mi marido y a Walter. De hecho, una vez, estando embarazada de Silvina (Ndr: su hija), me senté en el techo del camión del hermano de Omar (Ndr: Martín, ex piloto de Midget) a ver una de las últimas carreras de TC que se corrieron en Espora, a las 3 de la mañana", detalló Nora.

Grabado a fuego

   "Me acuerdo cuando Walter ganó la primera final de la actual pista. Ese momento fue muy emocionante para todos. Especialmente para él y para el padre, porque desde el lugar que esté, seguramente debió sentir un orgullo enorme. Mi marido hizo mucho por la categoría, siempre trabajó y ayudó. Dejó un gran legado", cerró.

El “desconocido”

   La dinastía comenzó con Omar, en 1974. Al tiempo, su hermano, Martín, también se subió. La tradición siguió con Walter, de 1988 a 2017, y ahora con Alan, el 4° integrante del árbol genealógico.