Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Rechazan una insólita demanda por un "juego de manos" que terminó mal

"Aunque ya tengo el cuero duro por 30 años de carrera judicial, no deja de sorprenderme que un caso así termine ante un juzgado", dijo uno de los 
camaristas bahienses que analizó el caso "bizarro" registrado en Tres Arroyos.

 

El "incidente" sucedió durante un partido de hockey adolescente en el club Fortín Gaucho

   La historia fue así: la tarde del 14 de agosto de 2010, en el campo de deportes del Club Fortín Gaucho de Tres Arroyos, un grupo de adolescentes disputaba un partido de hockey y varios padres miraban.

   B.L.A., una profesora de Educación Física que para ese momento tenía unos 32 años, comenzó a bromear con S.P., el papá de una compañera de su hija, que estaba recostado en el césped, al lado suyo y junto a su esposa.

   En medio de las chanzas, B.L.A. comenzó a hacerle cosquillas a S.P., quien reaccionó casi instintivamente, en el medio del "juego" y tacleó a la mujer, con tanta mala suerte que cayó y golpeó con uno de sus hombros, sufriendo una lesión ligamentaria.

   Después de la atención médica y los trámites de recuperación, la mujer decidió demandar al hombre por daños y perjuicios. 

   En abril de 2012 se inició el expediente en el Juzgado Civil y Comercial N° 1 de Tres Arroyos. Después de un notable dispendio de recursos, por la citación de testigos y la elaboración de pericias y de múltiples informes y documentación, a los 4 años se dictó sentencia en rechazo al reclamo.

   Sin embargo, B.L.A. insistió. Apeló ante la Cámara Civil y Comercial de nuestra ciudad y en los últimos días la Sala I, con los votos de los doctores Guillermo Emilio Ribichini y Marcelo Osvaldo Restivo, volvió a desestimar su intención.

   La decisión se basó principalmente en un video aportado por la mujer de S.P. que, por casualidad, registró el incidente mientras filmaba el partido de hockey.

   "Se ve a la demandante, en un tono absolutamente jocoso, agachándose sobre el demandado -que está tirado en el piso boca arriba- para hacerle cosquillas aquí y allá, y a este último defenderse del acoso en igual tono, girando hacia un lado y hacia otro para quitarse de encima las manos de la demandante. En ese contexto de maniobras defensivas –y en un ostensible clima lúdico de bromas compartidas- el demandado aprisiona las piernas de la actora y, al girar a su posición original provoca su caída", detallaron los camaristas.

"Cuero duro"

   Ribichini fue más allá en sus consideraciones y calificó el caso como "bizarro".

   "Aunque ya tengo el cuero duro por 30 años de carrera judicial, no deja de sorprenderme que un caso como el de autos termine siendo ventilado ante un 
juzgado civil y comercial de nuestra provincia y, tras acumular 3 cuerpos de expediente y consumir nada menos que 5 años de sustanciación, llegue incluso en revisión. Pero acá estamos. Voy a ser entonces breve, porque no hay mucho más para decir que lo que ya dijo, en exceso, el señor juez de origen", sostuvo.

   A modo de conclusión, recalcó que se trató de un "juego de contacto físico instado por la demandante".

   "No puede entenderse a la maniobra del demandado como una reacción violenta, excesiva o en cualquier caso inapropiada a las implícitas, pero al mismo tiempo difusas, reglas del juego 
festivo de lucha que la propia actora propuso y mantuvo hasta el momento de su caída", cerró.