Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Pavimento: un año con las mismas expectativas pero menos recursos

Difícilmente durante 2018 se pueda mantener el ritmo de intervenciones. La posibilidad de asfaltar depende en buena medida de la llegada de recursos de Provincia y Nación.

Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   El intendente Héctor Gay sigue convencido de la importancia de intensificar la cantidad de obras de pavimentación en la ciudad, aunque los recursos podrían poner un límite a la necesidad de Bahía Blanca de contar con "un shock de asfalto".

   En dos años se intervinieron alrededor de 800 cuadras, una performance destacada, acaso el máximo que se puede esperar sumando fondos propios y provenientes de otros estamentos.

   Este año los planes no son menos ambiciosos, aunque la posibilidad de concretarlos dependerá de obtener respuestas favorables de los gobiernos provincial y nacional.

   El estado general de las cerca de 10 mil cuadras de la ciudad conforma una de las situaciones más preocupantes en materia de infraestructura, por cuanto el 60% son de tierra, mientras que cerca del 50% de las pavimentadas ha cumplido con su vida útil.

   Es decir que, en una estimación gruesa, se necesitaría intervenir al menos 800 cuadras al año para, en una década, estar cerca de modificar esa situación. En 2017, de los 233 proyectos del área de infraestructura, una inversión de $502.659.708,25, se incluyen 129 cuadras finalizadas y 54 en trámite administrativo. Se concretó la repavimentación de 124 cuadras, se mejoraron 1.100 de tierra y se destinaron 2.100 toneladas de asfalto a bacheo. Con cooperativas de trabajo se ejecutaron 9.858 metros lineales de cordón cuneta.

   Entre las obras destacadas se ha terminado la intervención en calles del macrocentro, se continúa la pavimentación del boulevard Juan B. Justo de Ingeniero White, se completó Rondeau --entre Chile y Brickman-- y se espera sumar varias cuadras con la puesta en marcha del Paseo de Drago, entre la rotonda de acceso a la ciudad y la terminal de ómnibus, sector ahora denominado “César Milstein”.

   También están en marcha, -con la idea de ser terminadas antes de mitad de año, dos cuadras de Alsina --entre Soler y Dorrego-- como parte del proyecto de semipeatonalización del microcentro.

   Los recursos propios de la Municipalidad, en el mejor de los casos, permiten intervenir en 100 cuadras, entre pavimentación, repavimentación o reencarpetado. A esto se suman las tareas de mejora y perfilado de las calles de tierra.

   Esta cantidad estimada para 2018 es inferior al de los años anteriores. En 2017, según datos aportados desde el municipio, se intervino en 480 cuadras, a partir de partidas provenientes tanto del Estado Provincial como Nacional.

   En 2018, el presupuesto municipal es de $4.332.600.000, de los cuales el 9,85% se asignará a obras viales e hidráulica. Por eso es clave disponer de fondos aportados por Provincia o Nación. Es imposible pensar en un avance importante en la materia sin esos aportes. Otra alternativa es involucrar a empresas --contrato directo con vecinos--, o que los propios frentistas colaboren con la financiación. Estos mecanismos, viables, están también en consideración.

Recuperar el tiempo perdido

   Gay tiene sus expectativas puestas en el segundo semestre, cuando el gobierno provincial podría dar una respuesta positiva al pedido de fondos solicitados para obras de pavimento.

   Por ahora, la actividad se sostiene con obras iniciadas el año pasado, en ejecución. De llegar los fondos desde Provincia, la idea del jefe comunal es dejar el macrocentro para concentrarse en las calles de distintos barrios, específicamente Villa Mitre, Tiro Federal y Universitario, aunque sin descartar eventuales pedidos provenientes de cualquiera de las nueve delegaciones.

   "Nuestra idea es continuar con repavimentación, que nos dio muy buen resultado en el macrocentro. Buscamos repetir esa experiencia en los barrios, donde estamos con alguna complicación, con muchísimas calles con su pavimento vencido", señaló.

   El segundo objetivo es intervenir calles por donde circulan las líneas de ómnibus, tratando de completar, entre este año y el venidero, la totalidad de las mismas. Esto permitiría a las empresas incorporar unidades de piso bajo y con acceso para discapacitados, situaciones hoy difíciles de cumplir ya que por circular sobre calles de tierra esos mecanismos ven afectados.

   Por último, el intendente reconoció que este año "se ha dificultado la recepción de aportes desde Nación", aunque es posible que esto mejore en 2019.

   "Que avancemos con la gestión de más cuadras dependerá del dinero que consigamos. El año pasado intervinimos en 480 cuadras. Este año no llegaremos a tanto, pero buscaremos sostener un promedio de ese orden durante los próximos diez años. Es la única manera de recuperar el tiempo perdido", finalizó.

La obra en las rutas que se sumaría

   Este año comenzaría la construcción del denominado Paso Urbano por Bahía Blanca, enlace entre las rutas nacionales 3 y 33, que incluye el viaducto a la altura de El Cholo.

   La obra fue preadjudicada a una UTE de cuatro empresas en 1.888.715.096 pesos, a enero de 2017, valor que, actualizado, alcanza los 2.500.000.000 de pesos.

   Si bien la obra no tiene incidencia directa con la pavimentación urbana, se prevé realizar --entre asfalto y hormigón armado-- 620 mil metros cuadrados, pavimento equivalente a 630 cuadras.

   Del mismo modo que en algún momento la administración comunal asumió la repavimentación de la avenida Juan Manuel de Rosas --con aporte de Vialidad Nacional-- para completar las casi 500 cuadras intervenidas en un año, el Paso Urbano, con un plazo de ejecución de 24 meses, permitiría tomar este año el equivalente a 200 cuadras.

Ingeniero White y Tres Sargentos

   La localidad portuaria es uno de los sectores favorecidos con obras de pavimentación. Por un lado, sigue su marcha la intervención del boulevard Juan B. Justo. Si bien los trabajos se han demorado respecto de la previsión inicial, tienen fecha de terminación para mayo.

   Por otra parte, se inició la pavimentación de un paquete de 18 cuadras de hormigón armado, obra enmarcada en el convenio entre el Consorcio de Gestión del Puerto y la Municipalidad.

   La intervención, en cuadras que, de acuerdo con lo señalado desde el Consorcio, fueron elegidas por los vecinos, tiene como objetivo brindar "mejor circulación vial, priorizando la unión de sectores pavimentados y mejorando la circulación del transporte de pasajeros".

   El ente portuario aportará los 20 millones de la obra, mientras que la comuna tendrá a cargo la inspección y la certificación de avance. El plazo del contrato es de 180 días corridos.

  A mediados del mes próximo, a su vez, quedará terminada la pavimentación del eje Tres Sargentos-Charcas, entre Pilmaiquén y Fortaleza Protectora Argentina, una obra clave para mejorar la comunicación de los barrios de la zona norte, al tiempo de pensarse para descomprimir el tráfico de las avenidas Alberto P. Cabrera y 14 de Julio.

   El paquete incluye 21 cuadras con pavimento asfáltico, la cual registra hoy un 90% de avance.

Una causa de la cantidad de calles de tierra

   La cantidad de cuadras de tierra que desde hace al menos dos décadas se suman a la planta urbana se relaciona en gran medida con el considerable crecimiento en extensión que registra la ciudad.

   Esto se debe a las decenas de emprendimientos urbanos que no incluyen la pavimentación como infraestructura a realizar, de manera que cada nuevo barrio suma más y más calles de tierra.

   Bahía Blanca, entre 2001 y 2017, presenta la desaconsejada combinación de un bajo crecimiento poblacional con una importante expansión del área urbana. El aumento de habitantes es casi la mitad del que se registra a nivel nacional.

   Entre 2010 y 2016, esa diferencia se aceleró fuertemente: la población creció 0,5% cada año, el área urbana lo hizo en un 2,71% anual. El 83% de los nuevos usos corresponde a loteos residenciales, frente al 17% de las industrias.

   Una ciudad extensa demanda una mayor inversión de infraestructura y equipamiento comunitario. También requiere de un gasto mayor para la prestación de servicios como la recolección de residuos y el transporte público, entre otros.

   Esta tendencia no tiene visos de modificarse. Estudios realizados por especialistas indican que hay una preferencia de la población bahiense por vivir en la periferia, en detrimento de hacerlo en el área central.

Un plan director en marcha

   En diciembre último se aprobó en el Concejo Deliberante el “Plan Director de Pavimentos", buscando revertir "los inconvenientes producidos por la desinversión en materia de servicios públicos para acompañar el crecimiento urbanístico".

   En sus considerandos, los autores del proyecto --Julián Lemos y Vanina González (ambos de Compromiso Bahía)-- mencionan que "la ausencia de planificación y de intervención del Estado generaron una población urbana dispersa y el desarrollo de nuevos barrios sin infraestructura básica vial".

   El análisis concluye que pavimentar toda las calles de tierra supone disponer de $5.600 millones de pesos, por lo cual propone "una jerarquización de las vías y un orden de prioridades".

   Menciona que en 2016, por caso, se intervino en 135 cuadras, "muchas sin carácter de principales, de acceso a barrios, o de recorridos de colectivos". Ante ese panorama propone clasificarlas de acuerdo con su capacidad de tráfico y su importancia dentro de la red vial, para dar prioridad a las estructurantes, primarias, las de recorridos de colectivos, acceso a escuelas, centros de salud o similares.

   El proyecto propone 457 calles que se adecuan a esas condiciones, distribuidas en las delegaciones de Cabildo (12), Cerri (11), Chañares, Bordeu, Don Ramiro (14), Centro (80), Harding Green (151), Las Villas (39), Noroeste (58), Norte (56), Villa Rosas (25) y White (11).

   La idea es desarrollar el plan en un plazo máximo de 5 años, el cual podría reducirse en caso de contar con recursos extraordinarios.