Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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El preso que escapó por el ventiluz de un hospital venía planeando la fuga

Anteriormente se había golpeado y pidió ser llevado para que lo asistieran.

Foto: Archivo LN.

   El preso que ayer se escapó por el ventiluz de un baño del Hospital Municipal venía planeando la fuga, ya que un par de días antes, mientras se bañaba en la seccional Primera, se habría golpeado intencionalmente y pedido que lo llevaran al centro asistencial para recibir asistencia.

   Se trata de Gabriel Alejando Arévalo Loncón, de 42 años, quien es intensamente buscado luego que en las últimas horas se evadiera mientras se encontraba internado en el hospital luego de ingerir una hoja de afeitar.

   "Unos días antes, mientras se bañaba en la comisaría, se habría golpeado a propósito y pidió ser llevado al médico. Se lo condujo al hospital, donde lo revisaron, le pusieron un apósito en la herida y fue trasladado de nuevo a la seccional. Se nota que pretendía que lo dejaran internado para irse, pero en esa oportunidad no prosperó", informó una fuente consultada por La Nueva.

   En la víspera, luego de comprobarse mediante estudios que había tragado la hoja de afeitar se lo derivó a una habitación para tratarlo y lograr que expulsara el objeto.

   En esas circunstancias, según se describió, le solicitó ir al baño a la oficial de policía que lo custodiaba. La uniformada le quitó las esposas y Arévalo Loncon ingresó a ese sector de la habitación, de donde escapó por una pequeña ventana.

   "Es un lugar que no da a la calle, sino a otro sector del hospital, por lo que desde allí se trasladó hasta dar con la salida. Es la segunda vez en siete años que pasa una cosa como esta", explicó el informante.

   En este sentido, se supo que en las últimas horas se abrió un expediente administrativo para evaluar la situación de la policía que debía custodiar al detenido.

   Arévalo Loncón fue arrestado a fines de enero, como supuesto autor del robo de una caja registradora del bar ubicado en la primera cuadra de la calle Chiclana. 

   Por el robo fue conducido a la cárcel de Villa Floresta, de donde salió el 15 de este mes. Un día después volvió a caer, en este caso en Soler al 600, cuando -de madrugada- se encontraba en el interior de un depósito al que había ingresado también con fines de robo.