Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Robo de autos: hay un hecho cada 6 días, aunque el índice está en baja

Redacción de La Nueva.

info@lanueva.com

 

“Me lo sacaron marcha atrás, pese a tener caja automática, y se lo llevaron. Cuando nos levantamos, nos encontramos con que no estaba. Fue increíble”.

Liliana contó la forma en que los ladrones entraron el año pasado en su vivienda del barrio San Agustín y escaparon llevándose su auto, estacionado dentro de la propiedad y con las llaves colocadas.

“Abrieron el portón eléctrico y lo sacaron. Fue durante la madrugada, pero nosotros no escuchamos nada”, reconoció.

Las cifras indican que en nuestra ciudad se roba, en promedio, un auto cada 6 días, y Liliana pasó a formar parte de esa estadística.

Según la información del Mapa del Delito local, en el cual se cargan los datos de hechos denunciados en comisarías y por los que se iniciaron actuaciones en la fiscalía, durante el segundo semestre de 2017 se produjo la sustracción de 30 coches.

La cifra marcó un claro descenso respecto del mismo período del año anterior, en el que se denunció el robo de 64 rodados, promediando un hecho cada 3 días.

En ese tramo de 2016 fue cuando a Rodrigo le sustrajeron un Fiat Duna modelo '95, que había dejado estacionado en la puerta de su casa, ubicada en Casanova al 300.

“No le funcionaban las cerraduras, por eso las puertas no estaban trabadas. Como justo mi mamá vino con su auto, dejamos el de ella en la cochera y el mío afuera. Nunca había pasado nada, por eso es que nos confiamos. Lo dejé a la noche y al otro día, cuando me levante, ya no estaba”, explicó.

“Fue la primera y única vez que nos pasó algo así y tampoco escuché muchos más casos de este tipo. Sinceramente no tomé nuevos recaudos, porque no tuve más auto”, sostuvo.

Lo que pasa en Bahía con esta modalidad delictiva es lo mismo que sucede en toda la provincia de Buenos Aires. Días atrás, durante el discurso de apertura de la actividad parlamentaria, la gobernadora María Eugenia Vidal remarcó un descenso en la sustracción de autos.

Mencionó que en 2015 se habían producido 38.500 casos, contra 35.000 de 2016.

¿A qué se debe la baja? Las reglamentaciones que ordenan el grabado de autopartes y el control de desarmaderos clandestinos son dos de los factores que desalentaron la práctica, reconocieron a “La Nueva.” fuentes policiales de nuestro medio.

Liliana dijo que “a la tardecita” del mismo día que sufrió el robo de su auto “lo encontraron estacionado y sin las llaves frente a unos monoblocks cercanos al barrio Gris (Villa Parodi)”.

Algo parecido reconoció Rodrigo, quien cobró el dinero del seguro por el Duna, aunque su vehículo apareció después y quedó a cargo de la compañía.

“A los 40 días vino la policía a contarnos que lo habían encontrado en un operativo en Monte Hermoso. Al parecer, lo habían vendido así como estaba, pero nunca lo fuimos a ver porque se lo quedó el seguro. No vimos en qué estado estaba”.

La gran mayoría

son abandonados

o recuperados”

El desenlace de las experiencias de las dos víctimas coincide con la información que brindó el comisario mayor Martín Luna, titular de la Jefatura Departamental de Policía, quien indicó que la mayor parte de los rodados sustraídos son recuperados.

“Tenemos un promedio de sustracción de vehículos que anda en los 4 o 5 autos por mes; en algunos meses no los hemos tenido. La gran mayoría aparecen abandonados o son recuperados en procedimientos. Son muy pocos los que no han sido hallados o aparecen quemados”.

Consultado sobre el destino de los vehículos, explicó que “en algunos casos se los ha encontrado con patentes cambiadas, lo que demuestra que podrían haber sido utilizados para cometer otro delito y luego los descartaron”.

En este sentido, Luna comentó que también se secuestra una gran cantidad de las motos robadas.

En el segundo semestre de 2016, siempre según el relevamiento oficial, fueron sustraídas 286 motos en la ciudad, mientras que en el mismo período de 2017, descendió a 173.

El jefe policial sostuvo que “acá no se ha dado ningún caso de robo con armas de automotor”.

“Hemos tenidos sustracciones de vehículos (autos o camionetas) nuevos, donde obtienen las llaves para llevárselos, o de modelos más viejos, a los cuales les pueden hacer 'puente' y ese tipo de maniobras para ponerlos en marcha”, dijo.

En la primera categoría se inscribe el robo de una camioneta Toyota de un concesionario de la avenida Cabrera al 4100, en noviembre del año pasado. El vehículo estaba con la llave colocada y a punto de ser entregado a un comprador. Hasta el momento no pudo ser localizado.

Luna consideró también que la obligación de grabar distintas partes de los rodados “frena y ayuda para la represión de este tipo de delitos. Por otra parte, los desarmaderos deben contar con un libro especial, con la firma del que vende los elementos”.

El año pasado, una gran cantidad de vehículos robados en el conurbano bonaerense, varios de ellos de alta gama, fueron secuestrados en nuestra ciudad.

“Esa era una organización que fue prácticamente desbaratada en una investigación en la que intervino personal de la comisaría Cuarta y la DDI. Esta gente ubicaba los autos, los robaba en el Gran Buenos Aires, hacían patentes y documentación nueva, y finalmente los vendía en nuestra zona”.

Para Luna, estos delincuentes realizaban las transacciones con “la complicidad de muchos de los compradores, que sabían que estaban ‘manchados con sangre’”.

“Es cierto también que algunos fueron sorprendidos en su buena fe. Me acuerdo del caso de un hombre que fue a verificar el rodado y allí se descubrió que era robado”, dijo.

 

A ninguno de mis

clientes, en más de

20 años, le robaron”

Para Miriam Riposati, presidente del consejo directivo de la Asociación de Productores Asesores de Seguros Bahia Blanca, Zona y Sur Argentino, la estadística “no es exagerada”: en la ciudad, por suerte, no está instalado el robo de vehículos como mercado delictivo.

“De hecho, de mis clientes particulares, con los cuales llevo más de 20 años, a ninguno le robaron el auto”, sostuvo.

Sí reconoció que en los últimos años creció la demanda por el seguro contra robos de automotor, ya sea total o total y parcial.

“Esto se debe a dos razones: por un lado, la seguridad, el temor de la gente y, por otro, que las compañías no tienen tanta diferencia de precios entre un seguro básico, obligatorio, de responsabilidad civil y uno de robo. Antes la diferencia era muy grande y hoy no. El cliente, en general, prefiere hacer un pequeño esfuerzo”, explicó.

Entre 8 y 9 de cada 10 autos de modelos nuevos tienen seguro contra robo.

“Las compañías tienen un límite por modelo. En el caso de la cobertura contra todo riesgo, la mayoría pone un tope de 5 años, algunas de 8 y otras de 10. En cuanto a los robos, después de los 15 años (2003 para atrás) empieza a ser más complicado. Capaz que en un coche de 100 mil pesos, tenés una cuota de seguro de 800 y en otro de 200 mil, de 820”, graficó Riposati.


 

Casi no se nota

la presencia

de “mellizos”


 

En los registros de propiedad automotor de Bahía Blanca no advierten, al menos en los últimos años, un incremento significativo en la cantidad de robos o extravíos de chapa-patentes que haga suponer, por ejemplo, un crecimiento en la industria del vehículo “mellizo”, tal como sucediera en otros tiempos.

La estadística oscila, aunque no se dispara.

El registro N° 3, ubicado en Villarino 279, es el que más denuncias recibe en ese sentido, aunque existe una salvedad: reúne a todas las motocicletas y hacia fines de 2016 eran casi 70 mil las registradas.

“En el caso de las motos tenemos 5 o 6 (robo o extravío de patentes) por día, aunque la mayoría es por cuestiones accidentales o por el mal estado de la chapa, que se desprende del motovehículo”, explicó un vocero.

También sucede que muchos autos pierden el registro en badenes pronunciados, como pasa en Castelli y Biggio los días de lluvia, cuando muchos conductores no advierten el desnivel por el agua acumulada.

En el resto de las dependencias, con matices, no observan cambios que puedan despertar la preocupación.

“Se nota por épocas, algún mes 3, otros 5, pero en general hay poco movimiento”, dijeron desde el registro N° 2, que acumula la mayoría de los vehículos de Ingeniero White y Villa Rosas.

En el N° 4, que concentra la zona norte de la ciudad, existe un mayor número de pérdida o robo de patentes (promedio de 10 o 12 por mes), aunque no se trata de un número significativo. “En casi 30 años tuvimos muy pocos autos mellizos”, reconoció una fuente de la dependencia.

¿Qué debe hacer aquella persona que sufre el robo o extravío de la patente? Presentar la denuncia en el registro que corresponda. Al otro día se entrega una provisoria (de papel, para colocar en el parabrisas) y en 15 días debería obtener listo el duplicado. El costo del trámite es de 1.200 pesos, incluido un libre deuda de multas de tránsito.

Con la formalización del sistema de registros de autopartes y la rigurosidad de los controles, entre otros aspectos, fueron disminuyendo las maniobras clandestinas en torno a los vehículos.

Hace 20 años era mucho más frecuente la existencia de autos “doblados” y también “ponchados”, maniobra que consistía en comprar legalmente un coche irrecuperable por choque o incendio -a bajo costo- para cortar la “ventana” del chasis y rescatar el número de motor e incorporarlos a otro similar, pero robado.

El término remite inevitablemente al caso del doble crimen de la joven pareja María Victoria Chiaradía y Héctor Horacio Iglesia Braun a quienes, según acreditó la justicia, asesinaron en agosto de 2000 con la intención de robarle el Chevrolet Corsa que ocupaban con el fin de hacer un “poncho”.
 


 

421

vehículos, entre motos y autos, fueron sustraídos en todo 2017 en el Departamento Judicial Bahía Blanca (incluye nuestra ciudad y otros 12 distritos), según la Fiscalía General. En 2016 habían sido 451.