Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Chocobar y un gesto que incomoda

La columna semanal de Eugenio Paillet, corresponsal de La Nueva. en Casa de Gobierno.

Archivo La Nueva.

   Una muy alta fuente de la Jefatura de Gabinete dijo esta tarde en estricta reserva que "nadie en el gobierno está pensando en instalar un debate en la sociedad sobre la aplicación de la pena de muerte". Fue luego que trascendieran explosivas declaraciones del asesor presidencial Jaime Dirán Barba quien reveló que según varias encuestas que ha realizado el gobierno, aunque el consultor no precisó datos como qué área y por encargo de quién se realizaron esos sondeos, muestran que "la mayoría de la gente" pide que "se reprima brutalmente a los delincuentes y (se aplique) la pena de muerte".

   Las declaraciones del ecuatoriano sobre las que por ahora nadie en la Casa Rodada se hace cargo, suceden además a la firme posición hacia un endurecimiento de los protocolos de seguridad para combatir la delincuencia que formuló la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien para defender la posición oficial sostuvo que tal vez "haya quienes quieren que no les demos armas a la policía" para defender a los ciudadanos que son víctimas de violencia en las calles. Bullrich también propuso una reforma del Código Penal para endurecer las penas contra los delincuentes.

   "Es un disparate de la oposición y de algún periodista, ni buscamos aplicar ninguna nueva teoría de la seguridad ni propiciamos aplicar la pena de muerte", insistió la alta fuente.

   "Alguien anda interesado en endilgarnos ser los que regresemos a la teoría de la mano dura o la tolerancia cero que alguna vez intentaron aplicar otros gobiernos" dijo la fuente de la Jefatura de Gabinete siempre bajo reserva . Pareció referirse a un sector del peronismo y puntualmente del cristinismo, que utilizó las redes sociales y los medios para condenar que el presidente Mauricio Macri haya recibido y felicitado al policía Luis Chocobar, de la Policía Municipal de Avellaneda, que mató por la espalda a un delincuente que previamente había acuchillado a un turista norteamericano tras un fallido intento de robo en el barrio de La Boca.

   La alusión de la fuente a quienes los critican y planearon aplicar ese tipo de endurecimiento buscaría aludir al ex gobernador peronista bonaerense Carlos Ruckauf, que propició el procedimiento conocido como "tolerancia cero" para combatir la delincuencia que había copiado del exalcalde de Nueva York, Rudolph Guliani, hoy cercano al también peronista y líder del Frente Renovador, Sergio Massa.

   La ofensiva del gobierno detrás de la defensa del caso Chocobar, a quien el juez Enrique Velázquez imputó por homicidio en exceso de legítima defensa, y al que el oficialismo ahora lo denunció ante el Consejo de la Magistratura por mal desempeño de sus funciones, buscaría minimizar los efectos políticos del gesto del presidente Macri de recibir y felicitar al policía municipal apenas horas después del fallo del magistrado, que además lo embargó por 400 mil pesos.

   Ese encuentro en el despacho de la Casa Rosada se realizó, por si faltase algún condimento, casi al mismo tiempo que la difusión de un video de una de los domos que la Municipalidad porteña tiene en la zona donde se produjo el asalto y posterior muerte del delincuente, que mostraría claramente que Chocobar disparo desde varios metros y por la espalda. El agente municipal había declarado que disparo "a las piernas" y para evitar que se cometiera el asalto, algo que el juez dijo que no estaba probado y por eso lo imputó por el asesinato.

   El verdadero intríngulis de esta zaga tiene que ver con la incomodidad de algunos funcionarios por aquel gesto del presidente de recibir a Chocobar cuando todavía el incidente no estaba debidamente aclarado. Consideraron "innecesario y apresurado" el encuentro "en caliente", y plantearon que si el gobierno quería dar a esa altura un respaldo al policía y una demostración de su lucha contra la delincuencia, "con un saludo de la ministra (Bullrich) alcanzaba".

   Esos confidentes defienden al presidente pero objetan que algún apresuramiento, si efectivamente las pericias demuestran que Chocobar "no es un héroe sino un asesino", como plantea Ivonne Kukoc, la madre del delincuente muerto, pueda hacerle pagar un costo político que muy bien se pudo haber evitado.