Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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“Es difícil entender que alguien pueda matar a su propio hijo”

El fiscal tresarroyense Gabriel Lopazzo admitió que resultó muy compleja la investigación que finalizó con el veredicto de culpabilidad para una mujer acusada de asesinar a su beba de ocho meses.

Fotos: Agencia Tres Arroyos

Por Agencia Tres Arroyos   

   El jurado declaró culpable a Silvina Inés Cervetti por la muerte de su beba de 8 meses y cerró uno de los capítulos más aberrantes de la historia criminal de Tres Arroyos.
   De todas maneras, el paso del tiempo impedirá investigar los fallecimientos de otros dos hijos de la mujer, los cuales ocurrieron antes del deceso de la pequeña Isabela (murió por asfixia por sofocación, en junio de 2015) y terminaron desnudando lo sucedido.
   El fiscal Gabriel Lopazzo admitió que fue una causa " muy compleja" y la que más lo "estremeció" desde que se encuentra trabajando en el Ministerio Público.
  Tras el fallo condenatorio y el regreso de Cervetti a la Unidad Penal Nº 4 de nuestra ciudad, en la que se encuentra alojada desde 2016, el letrado sostuvo que la tarea fue complicada debido a que el deceso de la nena se produjo sin causa médica aparente.
   Indicó que " Isabela fue una beba sana que, en teoría, se muere mientras dormía", aunque aclaró que las primeras actuaciones y la autopsia se realizaron sin conocer que otros dos hijos de la mujer habían fallecido previamente.
   "Si hubiesen sabido que había dos muertes previas, obviamente el semáforo de alerta debería haber sido mayor al que tuvieron. Entonces, su trabajo lo hubiesen hecho mucho más exhaustivo del que el protocolo habitual establece. No es lo mismo una que tres muertes en una madre”, detalló.
   Lopazzo hizo alusión luego a consideraciones realizadas en el juicio por el reconocido forense Osvaldo Raffo.
   “La circunstancia de que haya una tercer muerte debe investigarse más exhaustivamente. De hecho, los libros de doctrina y de especialistas en el tema tienen un protocolo que sostiene que la primer muerte de un bebé es efectiva con los parámetros normales, la segunda muerte de una misma madre se investiga de manera mucho más exhaustiva que los protocolos normales, y una tercera directamente se investiga como un homicidio hasta que se demuestre lo contrario”.
   Según la acusación, Cervetti provocó la asfixia de la menor al tapar los orificios de la nariz y la boca con su mano.


   Respecto de los fallecimientos previos, el fiscal admitió que “es poco lo que puede llegar a pasar. En su momento, cuando les compartimos a los profesionales de afuera el hecho de que había dos muertes anteriores, tuvimos una respuesta desalentadora, porque el paso del tiempo hace imposible que una reautopsia pueda arrojar algún resultado”.


Difícil tarea
   Lopazzo tiene dos hijas y admitió que su condición de padre no quedó a un costado mientras investigaba.
   “Todas las causas en las que trabajamos con personas fallecida son mucho más conmocionantes que en las que se investigan otro tipo de delitos, y ni hablar cuando las víctimas son pequeños. Mucho más en este caso, que se trataba de un homicidio provocado por la madre. Es difícil entender que alguien pueda matar a su propio hijo, más aún para los que somos padres".
   Agregó que "por más que hayamos logrado una condena, nunca nos puede poner alegres que esto haya sucedido. Eso es más fuerte que el logro profesional”.
   El fiscal mencionó que “fue dramático haber visto lo que vivieron esos bebés. Porque en el juicio se juzgó solo la muerte del último, pero también se vieron cosas vinculadas a los bebés anteriores, se vieron historias vinculadas a la hija, hoy viva, es decir, se vivió en carne propia el drama que significaron estos homicidios”.