Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

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Casa de la Cultura: el patrimonio bien concebido.

Adquirida por la Universidad Nacional del Sur en 1956, la casona de avenida Alem 925 ha superado el paso del tiempo para convertirse en un valioso modelo arquitectónico y una muestra de cuidado y respeto por los bienes de la ciudad.

La simetría, los muros blancos y las tejas españolas: parte de una arquitectura que seduce y maravilla.

Mario R. Minervino

mminervino@lanueva.com

La casona es de las más reconocidas por los bahienses, parte de la historia de la avenida Alem y un referente de la cultura local. 
Conocida como la "Casa de la Cultura", el inmueble es propiedad de la Universidad Nacional del Sur y uno de los rescates más interesantes en materia de arquitectura. 
Su estética colonial fue elegida en el década del 40 por Mario Olaciregui y su mujer, María Magdalena Otamendi. Olaciregui contrató al arquitecto Manuel Mayer Mendez, quien desarrolló todo el repertorio estilístico propio de las casonas de la época de la colonia y que por entonces muchos reivindicaban como el estilo nacional. 
Es la época en que la municipalidad diseña, en ese mismo estilo, las delegaciones municipales de General Cerri, Cabildo, Las Villas y Punta Alta, as´como el portal del parque de Mayo.

Los pasos


El inmueble fue adquirido por la cooperadora de la UNS en 1956, con la idea de instalar allí el Instituto de Edafología e Hidrología.
Era entonces conocido como “El Buen Retiro” y formaba parte de la Quinta Coelho, que se extendía entre calles Salta y San Juan, la cual
salió a remate en 1923, divida en 12 lotes, dos de los cuales fueron vendidos antes de la subasta, justamente dónde estaba esa casona, a Eladio Bautista, copropietario de la afamada Casa Muñiz.
En 1947 Bautista vendió esa propiedad a la familia Olaciregui, quienes contrataron al arquitecto Manuel Mayer Méndez --el mismo que diseñó el rectorado de avenida Colón 80 y el estadio del club Estudiantes, entre otros trabajos-- para su readecuación.
El profesional organizó el edificio con planta en “U”, con un acceso de frente definido por cuatro columnas dóricas y otro, similar, sobre su lateral. 
El proyecto destaca una torre almenada y dos volúmenes simétricos con cubierta de tejas que terminan de armar el frente. 
La casa tiene galerías alrededor del patio posterior, además de coloridos mosaicos, una típica rejería, baldosones rojos y un clásico aljibe, devenido hoy en macetero.


El ejemplo
En 1981, la UNS decidió recuperar el inmueble, llevándolo a su estado original, tanto exterior como interior, para asignarle un uso cultural y actividades afines. Esa intervención terminó por generar la actual Casa de la Cultura.
Retirada unos 20 metros de la linea municipal, la vivienda de muros blancos es un icono de la avenida Alem, un referente arquitectónico en su estilo y un valioso de cómo respetar y valorar la historia de todos.