Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Fuente por fuente

por Mario Minervino

Hace 40 años, en febrero de 1978, comenzó la demolición de la fuente existente en el playón de la Universidad Nacional del Sur (UNS), avenida Alem 1200, y que sería reemplazado por un conjunto escultórico de la artista Dolores “Lola” Mora.
La historia del grupo escultórico que hoy constituye uno de los más importantes aportes al arte público de la ciudad se inició en 1951, cuando el abogado Miguel López Francés (1914-1965) -hombre íntimamente ligado al Instituto Tecnológico del Sur y la propia Universidad- adquirió, en una subasta de bienes de la familia Paz Anchorena, un grupo escultórico que incluía piezas adquiridas en 1909 a Lola Mora, en su taller de Roma. 
Tiempo después, en 1968, el vecino Omar Peñuñuri las encontró arrumbadas en una casilla del Parque Independencia. 
Entendido en temas de arte, Peñuñuri no salía de su asombro al descubrir que algunos de esos trabajos llevaban la inscripción “lolamora”, según acostumbraba firmar la artista. 
Las averiguaciones del caso permitieron saber que Zunilda Puppi, esposa de López Francés, las había donado a la UNS.
De inmediato comenzó la adecuación y puesta en valor del conjunto, desarmado entonces en 24 piezas de mármol de Carrara, de las cuales el cuerpo central (fuente y dos platos) no eran de la autoría de Lola Mora. 
El final de la historia se ubica en 1978, cuando con financiamiento de la provincia se logró realizar el montaje. Las autoridades de la UNS decidieron emplazarla en el playón del edificio, como obsequio a Bahía Blanca, que ese año cumplía su 150 aniversario de su fundación.
La popularmente llamada Fuente de Lola Mora fue inaugurada en diciembre de 1978. Desde entonces se destaca en la mejor de las calles.