Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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Carrió suma poder en el gabinete

La columna semanal de Eugenio Paillet, corresponsal de La Nueva. en Casa de Gobierno.

Archivo La Nueva.

   Mientras Elisa Carrió transcurre la última etapa de sus vacaciones y reposo recomendado por sus médicos en las playas de México, su poder político dentro del gabinete de Mauricio Macri viene de sumar un dato no menor: su principal delfín maneja desde esta semana todas las relaciones entre el Poder Ejecutivo y el Congreso, lo que equivale a que por sus manos pasarán todos los proyectos de ley que propicia la Casa Rosada antes de ser enviados al Parlamento.

   Se trata del flamante secretario de Fortalecimiento Institucional, Fernando Sánchez, el "lilito" más célebre detrás de su jefa en la Coalición Cívica y que fue su principal espada en la cámara de Diputados hasta el 10 de diciembre. Sánchez trabajará bajo la órbita del Jefe de Gabinete, Marcos Peña, y corona de esta manera un largo proceso que se inicio a mediados del año pasado cuando Carrió decidió que era hora de poner un pie, y no uno cualquiera, en el mismo interior del gabinete nacional.

   Si se trata, como creen algunos dirigentes de la CC, de una demostración de poder de la diputada nacional y autoproclamada "fiscal moral de la República", aquí van un par de datos que no deben de ningún modo ningunearse para entender el paso dado. En la práctica, Sánchez reemplaza en la gestión de nexo entre la Casa Rosada y el Congreso a Paula Bertol, una histórica del macrismo y siempre de muy estrecho contacto con Macri y Peña, que fue enviada como embajadora argentina a la Organización de Estados Americanos (OEA). Un nombramiento diplomático que según a quien se escuche puede sonar a un desplazamiento liso y llano de la cima del poder, o un premio consuelo que el presidente, apurado por aquel reclamo de Lilita, no tuvo más remedio que darle.

   En segundo lugar, el manejo de las relaciones institucionales y políticas entre el gobierno y el Parlamento deja de ser responsabilidad de la secretaría de Relaciones Parlamentarias, que es donde ejercía Bertol desde la llegada de Cambiemos al poder. El presidente y Peña, se entiende que en consulta con Carrió, resolvieron la creación de aquella nueva secretaría de Fortalecimiento Institucional, que funciona desde el lunes 8 de enero con organigrama y presupuesto propio tras su publicación en el Boletín Oficial. Es cierto que Sánchez ya había conseguido despacho en el primer piso de la Casa Rosada, dentro del área presidencial, unos días antes de fin de año, para empezar a monitorear los pormenores de su nueva gestión.

   La secretaría de Relaciones Parlamentarias, que en un primer momento y en el marco del fuerte recorte de estructuras en buena parte del gabinete nacional que llevan adelante los vicejefes de Gabinete, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, se dijo que sería desactivada, finalmente continuará con su actual rango. A su frente fue designada la licenciada Lucía Aboud, amiga y asesora desde hace varios años de Marcos Peña, y que hasta fin de año se desempeñaba como jefa del Gabinete de Asesores de la Jefatura de Gabinete de Ministros.

   Con todo, la labor de Aboud será desde ahora acotada, precisamente por la transferencia de las relaciones con el Parlamento a la secretaría de Sánchez. La funcionaria solo retendrá entre sus funciones las comunicaciones institucionales entre la Casa Rosada y los jefes de Bloque de Cambiemos en ambas cámaras del Congreso. Podría afirmarse, a modo de compensación en medio de esos movimientos o corrimientos de espacios de poder, que Aboud se encargará de la parte comunicacional, pero el entramado de proyectos de ley y su correspondiente trabajo de coordinación con el Congreso a la hora de buscar o asegurarse los necesarios consensos, quedaron desde esta semana en manos del "lilito" más mentado.

   Un dato agregado tiene que ver con Peña: lejos de aquella "poda" de secretarías, subsecretarías y direcciones generales que se avecina y que influirá en todos los ministerios sin excepción (tal vez con alguna laxitud en el caso de Rogelio Frigerio, que maneja tres áreas políticas claves como Interior, Vivienda y Obras Públicas), el Jefe de Gabinete sumó una nueva secretaría.

   Bajo la órbita directa del brazo derecho de Macri y el hombre más poderoso del gobierno después del presidente, quedaron ahora seis secretarías: Fortalecimiento Institucional, Relaciones Parlamentarias, Asuntos Estratégicos Internacionales, Coordinación Interministerial, Coordinación de Políticas Públicas, y Comunicación Pública.