Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Macri pide humildad durante la campaña

Fotos DyN y NA

   Mauricio Macri arengó esta mañana a casi mil funcionarios, legisladores, intendentes y gobernadores de Cambiemos, durante la reunión ampliada del gabinete nacional en el Centro Cultural Kirchner. Y lo hizo de una manera contundente: pidió a todos no dejarse ganar por la soberbia, como pasó con algunos sectores del gobierno antes de las primarias de agosto, en especial aquellos que auguraban un triunfo más parecido a un paseo en la provincia de Buenos Aires. Ya se sabe cómo terminó la historia: el oficialismo perdió, por muy poco, a manos de Cristina Fernández.

   Como justamente Macri es el primero en estar convencido que ese resultado no sólo se va a revertir en octubre, sino que el triunfo de Cambiemos sobre Unidad Ciudadana será por tres o cuatro puntos de diferencia que es lo que le marcan todas las encuestas que recibe casi a diario, no quiere que aquel falso triunfalismo vuelva a ocurrir.

   "Tenemos que mantener la humildad, no ser soberbios, pese a que nos está yendo claramente mejor", dijo el presidente a quienes lo escuchaban, entre ellos los gobernadores María Eugenia Vidal, Gerardo Morales, Ricardo Colombi y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, además de la plana mayor de la coalición gobernante en ambas cámaras del Congreso.

    La reunión en el CCK sirvió para relanzar la campaña electoral hacia las elecciones de octubre. Por esa razón el presidente no se privó tampoco de pedir que todos unifiquen el discurso. Que funcionarios, gobernadores e intendentes, además por supuesto de los candidatos, salgan a ponderar que la economía consolida su crecimiento, que hay más empleo, menos pobres, inflación en baja, otra mirada internacional hacia la Argentina y la lenta pero incipiente llegada de nuevas inversiones.

   Una visión que queda lejísimos de la mirada que por el contrario tiene sobre el actual momento económico la oposición en general, y Cristina y sus seguidores en particular. Por eso fue que el presidente también reclamó a todos los presentes no caer "en la pelea de la zancadilla permanente" de andar revoleando frases o chicanas en los programas de televisión.

   Fue en ese tramo que dijo de un solo envión: "los insto a seguir trabajando en equipo, porque estamos demostrando que los argentinos le estamos ganando al escepticismo, pero para eso es necesario mantener la humildad, aunque nos vaya mejor y estemos en el camino correcto, no caer en la soberbia".

   Macri fue el orador de cierre de una reunión de más de dos horas en la que con la campaña electoral como eje, y para concientizar a todos sobre la importancia de comunicar "las buenas nuevas" de la recuperación económica, ya habían hablado los vicejefes de Gabinete, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, y el jefe de Gabinete, Marcos Peña.

   Curiosamente, el brazo derecho de Macri debió emplear casi toda la conferencia de prensa posterior en responder preguntas sobre el caso de Santiago Maldonado. Un tema que, aseguran importantes fuentes de la Jefatura, no fue materia de tratamiento y de hecho no figuraba en la agenda previa. Peña de todos modos diría después que el gobierno es el primer interesado en saber qué pasó con el artesano y que reafirma la decisión, ya expresada antes, de que "no hay apañamiento para nadie".

   En verdad el clima de la reunión y al margen del caso Maldonado, según relató otra fuente que estuvo en la platea del CCK, no fue de soberbia pero en todo caso muy pocos eran los funcionarios de primera y segunda línea que lograban disimular el entusiasmo que los embarga por estas horas cuando se enfrascan en dos temas centrales.

   Por un lado, el ya comentado estado de situación de la economía, o por caso la buena onda que Jorge Triaca encontró en su reunión del lunes con los dirigentes de la CGT respecto de la idea de avanzar en un amplio blanqueo después de las elecciones de octubre.

   En segundo lugar, pero no menos importante, la "bajada de línea" que parte desde hace algunos días de los estrategas de campaña del macrismo, con el ecuatoriano Jaime Durán Barba a la cabeza. Y que fue comidilla durante la reunión de hoy. "Que Cristina siga hablando y dando reportajes, cada vez que lo hace es todo ganancia para nosotros", podría resumirse el mensaje hacia la propia tropa.

   Sobre el final, y de a ratos sin disimular su renguera de la rodilla derecha que lo tiene a mal traer, Macri despidió a todos. "Vayan y trabajen con humildad pero sin soberbia, tenemos que salir del pasado y de la melancolía para reconciliar a los argentinos con el futuro", insistió.