En Coronel Suárez aguardan muy buenos rindes de la fina 2017/2018

Redacción de La Nueva.

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Agencia Coronel Suárez
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   Falta muy poco para que comience a levantarse la cosecha fina en el distrito de Coronel Suárez y los productores esperan, con renovadas expectativas, los resultados de la inversión.
Con un año que comenzó con un alto porcentaje de humedad debido a las constantes precipitaciones, ahora el trigo aparece en su etapa final de llenado y, en pocos días más, algunos lotes comenzarán a cosecharse. 
   “Esperamos una buena cosecha. Hubo sectores encharcados, por las abundantes precipitaciones en los primeros meses del invierno, pero luego el suelo se normalizó”, aseguró el consultor granario Javier Roth.
  Esta precipitación, por encima de los promedios normales, hizo que el productor deba aplicar fungicidas, sobre todo por la aparición de roya y de enfermedades foliares.
   Los granos están en la etapa del llenado; es decir, en la faz crítica debido a que, ahora, los productores necesitan algo más de agua en sus plantaciones. 
   “Estamos en presencia de una buena cosecha. Los lotes que tuvieron una buena aplicación de urea y de fungicidas están muy bien. En general, la cosecha se presenta favorable, aunque falta todavía un mes para levantarla”, manifestó.
   En cuanto al porcentaje de siembra, el analista adujo que este año se sembró más cebada que el año pasado.
   “Es un cultivo muy noble. Existe un convenio con una maltería de Puan. Además, está la cebada forrajera, con lo cual este cultivo rinde en algunos casos más que el trigo”, explicó Roth.
   La superficie de siembra del trigo candeal se mantuvo en un 6 o 7%, con convenios ya trazados de años anteriores. 
   “Hace tan sólo una semana heló, y por eso hay que evaluar estos daños en unos días”, sostuvo.
   “Por la altura del cultivo no debería haber hecho mucho daño, por ahí sí en alguna soja en etapa de gestación, pero en cuanto a la fina se estima que rendirá entre 3.000 y 4.000 kilos por hectárea”, sostuvo.
   Para Eduardo De Saá Pereira, del INTA Coronel Suárez, hubo muchos problemas de falta de piso por exceso de precipitaciones en los meses de invierno: junio, julio y agosto.
   “Es muy raro encontrar un nivel de precipitación como el que tuvimos en la salida del invierno. Eso generó un atraso muy grande en la siembra de trigo”, agregó.
   “También la expectativa de la siembra de trigo era alta antes de la fecha de la implantación. Se hablaba de hasta un 10 o un 15% más de siembra de trigo”, aclaró.
   Finalmente, De Saá Pereira dijo que, más allá de las estimaciones iniciales, debido a la falta de piso se pudo sembrar un 20% menos que el año pasado.
   Dentro de quince días se va a cosechar la cebada, en tanto que el trigo se correrá hasta principios de enero. 
   “Tuvimos una helada hace unos días, de un grado en casilla, lo que significa 3 grados bajo cero a nivel de suelo. No fue de larga duración, pero vamos a ver qué afectación tuvo en las espigas, siempre dependiendo del estado de crecimiento de los trigos”, agregó De Saá Pereira.
   En cuanto a la siembra de maíz, tanto De Saá Pereira como Roth coincidieron en estimar que se sembrará más que el año pasado, sobre todo la siembra tardía.
Igualmente, se espera un aumento en la superficie sembrada de girasol y que se mantenga el porcentaje en siembra de soja.