La escasez de médicos en el Hospital Penna ya impacta en el Municipal

Redacción de La Nueva.

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Cecilia Corradetti / ccorradetti@lanueva.com

   La crítica situación que desde hace tiempo padece la guardia del Hospital Penna ha venido generando mayor afluencia y hasta desbordes en el servicio de emergencias del Hospital Municipal, donde recaen los pacientes críticos que no pueden ser atendidos en el sanatorio de Láinez y Necochea.

   Así lo reconoció el doctor Pablo Fernández Keller, a cargo de la guardia del Municipal, quien sostuvo que la situación genera preocupación porque la demanda es intensa todo el año pero más aún en esta situación.

   “Estamos desbordados siempre y ahora más que nunca porque el otro sanatorio público no tiene profesionales suficientes”, explicó, para agregar que si bien ambos efectores son estatales, el Penna recibe a pacientes de una vasta zona de influencia.

   “Estamos recibiendo a algunos enfermos, sobre todo quirúrgicos. Lo hemos planteado y se nos ha escuchado, pero es un problema de fondo que no podemos resolver desde acá, sino que debe llegar desde el ámbito provincial”, sostuvo.

   Agregó: “Entendemos la situación de los médicos del Penna, que trabajan en otras condiciones, sobre todo de infraestructura”.

   En lo que va del año el hospital interzonal sufrió la dimisión de 16 médicos, mientras que actualmente el principal problema es la escasez de clínicos para la guardia, que sigue sin poder dar una adecuada respuesta.

   Por citar un ejemplo, el viernes de la semana pasada, feriado nacional, no hubo clínicos ni cirujanos para la atención no programada. Sí, en cambio, se desempeñó un pediatra.

   Lo cierto es que la crisis en el Penna preocupa a propios y ajenos, además de que parece no tener una solución a corto plazo. Por eso se pide a la gente que concurra a la guardia solamente por urgencias y evite las consultas banales.

   La renuncia masiva de médicos clínicos de la guardia, en su mayoría jóvenes y formados en el sanatorio bonaerense, aparentemente responde a tres factores: bajos salarios, mal clima laboral y condiciones edilicias inadecuadas, este último detonante de un conflicto que se venía gestando desde hacía años.

   Mientras que desde la dirección del propio hospital reconocen condiciones laborales adversas, admiten que la guardia se encuentra sobrepasada y se muestran optimistas en revertir la situación, otros actores de la salud bahiense advierten que la situación podría empeorar.

   Afirman que la culpa y el conflicto no son solo del Hospital Penna, y que la crisis actual es consecuencia de décadas sin planificación en materia sanitaria en todo el país.

Recambio generacional

La directora del Penna, Marta Bertín, reconoció que el problema actual “está en la guardia” y que además “se están dando muchas jubilaciones y un recambio generacional de especialistas y jefes de servicios”.

Agregó que la dirección ya tomó medidas para atraer nuevos médicos, como un llamado a clínicos de todo el país, la construcción de casas para 32 residentes y la creación de siete puestos nuevos en cirugía.