Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Delicada cirugía en Alsina 65

La Municipalidad de Bahía Blanca anunció el inicio de una etapa de “austeridad y búsqueda de eficiencia en el uso de los recursos públicos” como ningún otro gobierno intentó en la historia reciente. El punto de partida será la reducción de la planta política desde diciembre, con la supresión de 10 o 12 cargos de primera y segunda línea.

A la idea, que baja desde los gobiernos nacional y provincial, hay que ponerla en contexto. Disminuir ese personal ejecutivo puede significar, como máximo, un ahorro de 8 millones de pesos anuales, para un presupuesto de 2018 que se presume cercano a los 4.000 millones.

Lo importante aquí , más que el número, sería el gesto. Que el ajuste alguna vez lo haga la política es un reclamo de amplios sectores. Tal vez no sea todo lo que se puede hacer, pero será algo.

No obstante, lo más difícil para la intendencia de Héctor Gay, con el licenciado César Tommasi como flamante jefe de Gabinete y virtual auditor, no será el control del equipo político, al cual en definitiva domina. El desafío será lograr la mentada mayor productividad de los trabajadores municipales.

Existe una noción (no solo en los principales despachos de Alsina 65 sino entre miles de vecinos bahienses) de que el empleado de oficina pública es por definición ineficiente. Como toda generalización, se trata de un error, aunque sí es cierto que muchas veces resolver un trámite o efectivizar un pedido y encontrar respuestas parece más difícil que juntar sopa con un tenedor.

Aceitar mecanismos y achicar la cantidad de pasos en diferentes tramitaciones, por ejemplo las habilitaciones comerciales, así como lograr que con los mismos costos se produzcan más servicios, es el planteo para esta segunda mitad de mandato. El gobierno de Gay se apoya en el respaldo de las urnas para emprender esa delicada cirugía.

El camino tendrá ripios. Uno de los primeros decretos a difundirse en las próximas horas sería el cierre provisorio de ingresos a la planta de trabajadores municipales. También se olfatea un recorte en las horas extra. ¿Cuál será la reacción del gremio? ¿Es una búsqueda de mayor eficiencia o un mero ajuste?

En todos los casos, la máxima exigencia deberá ser para los propios, el gabinete que permanezca. Veremos quiénes están a la altura.