Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Dos de cada tres en zona de confort

Según datos del Indec, en 1989, final del alfonsinismo, el 47,3% de la población se encontraba bajo la línea de pobreza. Al término del menemismo, en 1999, bajó al 26,7%. Entre 2002-2003, tras el colapso, la cifra volvió a orillar el 50%. Al finalizar 2007 se redujo al 16,6%. En esa etapa el instituto de estadísticas fue intervenido por el kirchnerismo y para 2010-2011 la estimación dio 9,9 y 8,3%.

De acuerdo con fuentes privadas, incluyendo la consultora de Artemio López (afín al gobierno K), en 2010 la cifra era del 20%. Al finalizar la gestión de Cristina Fernández el dato es difícil de precisar: desde 2013 se discontinuaron los informes oficiales.

"Cuántos pobres hay es una pregunta complicada. Yo no tengo el número de pobres, me parece que es una medida bastante estigmatizante", dijo el año pasado el ministro Axel Kicillof. "Hoy tenemos un índice de pobreza por debajo del 5% y de indigencia del 1,27%, si mal no recuerdo", se animó Cristina en la FAO en junio de 2015. Aníbal Fernández, como siempre, redobló: Argentina tenía menos pobres que Alemania. Todo está en Youtube, sin edición.

El miércoles el presidente Macri reveló que el 32,2% de los argentinos es pobre, según el reordenado Indec. El nuevo sistema de cálculo aumenta las exigencias para eludir esa condición. Con el sistema anterior, la cifra sería del 23%.

"Este (32,2%) es el punto de partida sobre el cual acepto ser evaluado como presidente", dijo Macri, que prometió pobreza cero y en lo que va de gestión carga con miles de despidos tanto en el ámbito público como en el privado. Es difícil pensar que a diciembre último la cifra no sería inferior, es iluso creer que sería ampliamente menor.

Los motivos de la pobreza estructural son múltiples e inabarcables aquí. Sin dudas, uno relevante es la baja en la calidad de la educación pública, una herramienta que durante décadas funcionó como factor de igualdad, inclusión y ascenso social.

Otro problema es generacional e internacional. El mundo cambia a una velocidad muy superior a la que somos capaces de adaptarnos. Presente y futuro necesitan ciudadanos con habilidades muy distintas a todas las generaciones anteriores.

Para cerrar, agrego: uno de cada tres argentinos es pobre. ¿Una de cada tres personas que ustedes conocen es pobre? ¿Qué están esperando para salir de su zona de confort?