Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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¡Cuidado! ¡Hay un niño suelto que se desplaza por toda la casa!

La mayoría de los accidentes de los pequeños ocurren puertas adentro del hogar. Estas situaciones pueden provocar secuelas importantes. Cómo evitarlas.
¡Cuidado! ¡Hay un niño suelto que se desplaza por toda la casa!. Salud. La Nueva. Bahía Blanca

Según la Organización Mundial de la Salud, los accidentes domésticos son la primera causa de muerte en niños en todo el mundo y la mayoría de ellos ocurren puertas adentro del hogar. Estos episodios suelen provocar accidentes en ocasiones muy peligrosos, dejando incluso secuelas o rastros físicos y psicológicos: uno de cada cuatro niños que se accidenta queda con algún grado de discapacidad.

En opinión de la doctora Marina Vicini, coordinadora de Residencia Pediátrica del Sanatorio Francés de Córdoba, “la única manera de evitar los accidentes domésticos es tomar conciencia de que realmente se pueden prevenir, que no son un capricho del destino, de la fatalidad o el resultado de la mala suerte”.

Obviamente, el cuidado permanente del niño es un elemento clave de prevención. Sin embargo, educarlos en temas de seguridad con límites serios a partir del año de edad, puede ayudar a que ellos mismos adopten conductas seguras y forjen un aprendizaje basado en el autocuidado.

En la misma línea, es crucial que las conductas de los padres sean un verdadero ejemplo de esa enseñanza.

“Otro aspecto importante a tener en cuenta es concurrir a los controles de salud con el pediatra para informarse sobre los comportamientos en cada etapa madurativa y poder anticipar éstos y otros riesgos”, insistió Vicini.

Entre los tipos de accidentes más frecuentes, se encuentran por ejemplo los que se producen en la cocina, que constituye una zona de riesgo permanente debido a sus fuentes de calor, energía y a los utensilios filosos que se encuentran allí, por lo que en lo posible no debe ser un ambiente donde el niño juegue ni permanezca más de lo necesario.

Adicionalmente, debe ponerse especial atención en tomar algunas medidas como no dejar cubiertos al alcance de la mano del niño, proteger las instalaciones contra descargas eléctricas mediante un disyuntor, cerrar la llave del gas, prestar especial cuidado con las comidas y líquidos calientes y con los frascos o vasos de vidrio.

También, por supuesto, con ciertos aparatos como tostadoras, procesadoras, ventiladores y microondas.

Respecto del baño, se recomienda controlar que los sanitarios estén debidamente amurados, que las alacenas permanezcan cerradas o trabadas, sobre todo si poseen en su interior medicamentos o sustancias tóxicas, asegurarse de que las instalaciones eléctricas estén en buen estado y no dejar el piso mojado para evitar las caídas por patinadas.

Un capítulo aparte merece el riesgo de ahogamiento por inmersión, ya que es muy frecuente que las mamás dejen a sus chicos jugando en la bañadera sin contemplar que un niño pequeño pueda ahogarse en muy pocos centímetros de agua.

También deben dejarse fuera del alcance de los niños artefactos como secadores de pelo, afeitadoras, o máquinas y ceras depiladoras. Y por supuesto tener muy en cuenta que no haya llaves o cerraduras que puedan dejar al niño encerrado en el interior.

Situaciones de riesgo

El living y en el comedor, aunque estadísticamente no son de los ambientes más peligrosos de la casa, ofrecen también sus situaciones de riesgo: se debe tener especial cuidado con los desniveles, con los pisos recién encerados, con las vitrinas o aparadores que contengan cristalería o bebidas alcohólicas de vidrio, con las mesas ratonas con o de vidrio, y con todo mueble con esquinas filosas a la altura de la cara o la cabeza del niño.

En los casos en que haya hogares a leña encendidos, siempre protegerlos con chisperos y tener muy en cuenta la estabilidad de los televisores cualquiera sea el ambiente en el que estén, ya que ha habido muertes por caídas del aparato encima del niño.

Respecto del dormitorio de los niños, es el lugar donde más tiempo pasan, con lo cual las precauciones deben ser especiales. Además de cuidados similares a los de los muebles del living, se recomienda evitar todo aquello que a los chicos les permita escalar (hacia ventanas, camas cuchetas, etc.), y tener cunas altas y con poca separación entre los barrotes.

Los patios o jardines constituyen lugares ideales para que el niño desarrolle su autonomía y sus ansias de exploración, pero deben ser seguros para que los momentos divertidos no constituyan un motivo de preocupación.

Los riesgos más comunes se presentan por baldosas levantadas o rotas, pisos mojados o con objetos tirados.