Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Los beneficios que se consiguen con los estudios prenatales

Gracias a los nuevos análisis que se realizan, la tasa de detección de los problemas más frecuentes aumentó considerablemente.
Los beneficios que se consiguen con los estudios prenatales. Salud. La Nueva. Bahía Blanca

Dra. Lourdes Crespo

Especialista en genética

Todas las mujeres pueden presentar riesgo de portar un embarazo con un bebé afectado.

Para determinar el riesgo es importante la evaluación individual y familiar por parte del médico especialista.

Gracias a los nuevos estudios, la detección de problemas frecuentes pasó de un 30 a un 95 por ciento.

Los exámenes prenatales permiten establecer el riesgo de que el bebé esté afectado por una enfermedad de cromosomas como el síndrome de Down.

También se pueden detectar malformaciones. Entre las más frecuentes se incluyen los defectos del tubo neural (anencefalia, espina bífida), el labio leporino y las cardiopatías congénitas severas, entre otras.

Entre las semanas 7 y 9 se realiza la ecografía transvaginal en la que se confirma la existencia del embarazo, la cantidad de semanas que lleva y si el corazón late.

Hacia fines del primer trimestre existen el estudio NT plus, que pueden realizarse entre la semana 11 y 13,6.

Se lleva a cabo una evaluación completa de la historia clínica de la paciente, sus antecedentes, se realiza la toma de la presión arterial media, un estudio de sangre específico que busca marcadores de la placenta y una ecografía completa con Doppler color.

Todos los resultados se transcriben a un programa de cálculo de riesgo que realiza estimaciones que van desde posibles alteraciones cromosómicas, como el síndrome de Down, el de Edward y el de Patau.

También se pueden detectar los riesgos de padecer durante enfermedades durante el embarazo como la hipertensión del embarazo, parto prematuro o restricción de crecimiento fetal.

Si el resultado fuera riesgo aumentado de que el bebé tuviera un problema de cromosomas, dicha posibilidad deberá ser descartada con un estudio diagnóstico de certeza, como lo es la punción, biopsia de vellosidades coriónica o de líquido amniótico.

Si el resultado fuera riesgo aumentado de padecer alguna patología obstétrica a la paciente será evaluada por su médico tratante para establecer protocolo de manejo.

A partir de la semana 20 el scan fetal puede detectar malformaciones severas.

Se trata de una ecografía detallada de la anatomía del bebé.

Además, se buscan signos indirectos de que el bebé pueda tener alteraciones cromosómicas, es decir otros marcadores que no representan malformaciones. Por ejemplo, si el bebé tiene el hueso nasal hipoplásico o el fémur corto.

También se evalúan las arterias uterinas buscando indicios de patología vinculada con la placenta.

Algunas veces es necesario volver a citar a la paciente, ya que el bebé no colabora con la posición y no se pueden ver algunas estructuras.

En el caso de existir antecedentes familiares o personales de alguna cardiopatía congénita o ante una sospecha durante el embarazo en curso, se puede realizar un estudio detallado del corazón fetal. Es realizado por cardiólogos infantiles.

Este estudio no es una indicación habitual y se indica sólo si el médico tratante lo considera necesario.

El estudio se denomina ecocardiograma doppler color fetal y el médico especialista define cuándo es el mejor momento para realizarlo.

En el tercer trimestre, de la semana 28 hasta el final del embarazo, se realiza un perfil biofísico completo o modificado que puede incluir una prueba para verificar la frecuencia cardíaca del bebé y una ecografía para medir el nivel del líquido amniótico y cómo está creciendo el bebé.

También se puede realizar un doppler color fetal para ver cómo le llega el oxígeno y el alimento al bebé y, de esta forma, se puede determinar si es seguro esperar a que el parto empiece de manera natural.

Gracias a los estudios prenatales que se realizan, la tasa de detección de problemas más frecuentes disminuyó mucho.

Pasó del 95 a un 30 por ciento.

En la actualidad contamos con los siguientes estudios:

* Análisis de sangre: se necesita para detectar hepatitis, toxoplasmosis, sida y enfermedades de transmisión sexual, entre muchas otras.

* Ecografías y traslucencia nucal: sirven para ver el desarrollo del feto, donde se calcula la edad gestacional y se pueden detectar cardiopatías, labio leporino y alteraciones del tubo neural y cromosómicas.

* Monitoreo fetal: se utiliza para el registro del latido cardíaco.

* Exudado vaginal y rectal: En la semana 34 o 35 se toma una muestra de la mucosa vaginal y rectal de la embarazada para descartar el Streptococcus Agalactiae, una bacteria que podría contaminar al bebé en el momento del parto e infectarlo.

* Tensión arterial: se debe controlar en todo el embarazo.

Si es alta puede provocar preclampsia, una enfermedad que, en casos graves, puede producir lesiones maternas y fetales.

Se considera hipertensión en la embarazada, cuando los valores son superiores a 140/90.

Si se detecta al final del embarazo, se suele provocar el parto.

(*) Especialista jerarquizado en pediatría - Colegio de Médicos, Distrito X.