Fumar en la etapa de espera de un bebé afectaría la fertilidad a futuro

Redacción de La Nueva.

contenidos@lanueva.com

David Roldán

droldan@lanueva.com

Mucho se ha estudiado en las últimas décadas sobre el impacto negativo del cigarrillo en la salud en general y en la fertilidad, tanto masculina como femenina, en particular.

Una investigación que acaba de ser publicada fue más allá y sugiere que si la mujer fuma durante el embarazo estaría afectando las chances de concebir, inclusive, de sus nietas.

El estudio aparecido en la revista “Human Reproduction”, arrojó que fumar durante el embarazo aumentaba el tiempo que lleva lograr la concepción y el tiempo entre los embarazos.

Fue un modelo experimental y una investigación realizada en ratones, por lo que se precisa mucha más evidencia para poder afirmar fehacientemente las conclusiones a las que este análisis arribó.

“Lo novedoso es que relaciona el efecto que el humo de cigarrillo genera a nivel celular con los cuadros de subfertilidad en otras generaciones”, explicó la doctora Ester Polak de Fried, médica especialista en endocrinología reproductiva y fertilidad.

El daño se daría sobre las células germinales, en este caso los óvulos del feto femenino en gestación.

Se observó que el efecto incidía en los fetos femeninos de la siguiente generación.

Es decir, que una abuela que ha sido fumadora podría marcar a nivel celular a su nieta y ésta podría padecer trastornos en su fertilidad.

“Resulta un campo de investigación interesante, pero que, sin dudas, necesita ser profundizado y estudiado de alguna manera en humanos”, subrayó la profesional.

Fumar y exponerse al humo de segunda mano aumenta el riesgo de impotencia sexual en el hombre y de alteraciones en la composición de sus espermatozoides.

En la mujer puede ocasionar una disminución en la generación de folículos y en la calidad de óvulos.

Puede modificar la función de las trompas de Falopio, la velocidad del flujo sanguíneo en el útero, la actividad del músculo uterino y el desarrollo del embrión antes de que se implante en el útero, perjudicando las chances de lograr un embarazo que llegue a término.

La doctora Polak, quien además es directora médica del Centro Especializado en Reproducción (CER) aseguró que es frecuente escuchar que los futuros padres dicen “cuando nazca mi hijo dejo de fumar”, lo cual, sin dudas, es recomendable.

“Sin embargo, lo ideal sería que lo dejaran, inclusive, antes de concebir”, asegura.

Junto con la alimentación equilibrada, la realización de actividad física, evitar situaciones de estrés y llevar una vida saludable, no fumar es una de las medidas al alcance de las parejas que buscan un hijo para aumentar sus posibilidades de concebir.

No es sencillo, pero se puede

Si una pareja busca un embarazo y no lo consigue luego de varios meses de intentos, empiezan a aparecer sensaciones de ansiedad difíciles de manejar.

La doctora Polak reconoció que la sugerencia de dejar de fumar se debe hacer dentro de un ámbito, con una adecuada contención y acompañamiento terapéutico, para poder interrumpir ese círculo vicioso en forma efectiva.

Lo que se aconseja es tratar de modificar algunas conductas para llevar un estilo de vida más saludable y en parejas jóvenes sin antecedentes que incidan sobre la fertilidad, realizar una consulta con el profesional después de un año de intentar lograr la concepción sin éxito.

La especialista reveló que entre las parejas que consultan por infertilidad, un porcentaje considerable conseguirá el embarazo simplemente con la modificación de ciertos hábitos de vida.

“Por eso siempre recomendamos a los pacientes que dejen de fumar”, dijo la profesional.

Acotó que claramente eso representaría una mejora en su estado de salud en general pero, además, es uno de los factores modificables para contar con mayores posibilidades de conseguir el embarazo y de que el hijo no padezca ninguna patología.

No olvidemos, por otro lado, que el tabaquismo disminuye el éxito de los tratamientos de fertilización asistida.