Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

La gratitud eterna por compartir momentos relevantes

Se reencontraron algunos de los integrantes de una histórica promoción de la Escuela Nº 4, en la ciudad.
El almuerzo de algunos de los integrantes de la promoción, en un restaurante.

Claudio Falzoni

cfalzoni@lanueva.com

El sexagésimo aniversario de la culminación de sus estudios primarios celebró un grupo de egresados de la Escuela Nº 4 Juan Bautista Azopardo, sita en la confluencia de Quintana y Roca.

“Fue muy emocionante reencontrarnos con nuestros compañeros”, expresó Ana Rechiman a “La Nueva.”, una de sus integrantes.

La museóloga puntaltense manifestó que fluyeron los recuerdos de aquellos años felices de la infancia.

“Transcurrió en aquella vieja escuela que ya no está”.

Puntualizó que a pesar de su sencillez los cobijó y fue la base para ser mujeres y hombres de bien.

En el actual servicio educativo, la promoción colocó una placa recordatoria y le donó dos banners para el laboratorio.

Participaron del acto dos docentes que tuvo la promoción: María Elena Profili de Ibarra, quien posteriormente fue la directora de establecimiento educativo, y Nilda Calvo que fue secretaria de la escuela.

Las educadoras recibieron ramos florales. La promoción 1957 fue integrada también por Alfonso Brizuela, Mario Cáccamo, Héctor Figini, Angel Mazzeo, Osvaldo Ramón, Domingo Richter, Pedro Rinaldi, Pedro Rodríguez, Juan Román, Oscar Rubin, Carlos Ruscelli, Omar Salguero, Antonio Siracusa, Carlos Tejeda, Adelina Bonade, Nélida Funes, Angela González, Elena Ismael, Josefa Mallimaci, Mirta Milter, Elvira Perdichizzi, María Ramón, María del Saudino, Marta Silva, Nilda Sisual, Delia Villarreal y Mirta Zamblera.

Luego del acto formal, los presentes acudieron a un restaurante céntrico.

“Compartimos vivencias, algunas de ellas muy graciosas. No podía faltar una torta con velitas. Las apagamos entre risas y bromas”, dijo Rechiman.

Cáccamo expuso que en aquellos años no había llegado el consumismo. “Nadie miraba que tenía o vestía el compañero. Nos hermanaba la sencillez del guardapolvo blanco. La familia era una fuerte institución que colaboraba con la escuela. “Familia y escuela, conjuntamente, nos proporcionaban el marco de crecimiento, educación y formación en los valores cristianos que nos llevaba a ser mejores hombres”.

La jornada finalizó con una misa en la parroquia María Auxiliadora.

“Se invocó a los maestros y los alumnos fallecidos. Y se realizó una acción de gracias por los presentes”.