Nudo a nudo se construye un mundo mejor

Redacción de La Nueva.

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Claudio Falzoni

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Los domingos, en Falucho 251, de barrio Laura, 40 personas, en su gran mayoría niños y niñas, de 2 años y hasta los 15 años, comparten la merienda y el almuerzo. Lo hace posible el Merendero Nudo a nudo integrado por estudiantes y trabajadores.

José Avila, Laura Bolda, Rocío Zamora, Félix Zamora, Daniela Arévalo, Agostina Alcaras, Brisa Guevara, Luciana Sánchez, Mariana Díaz, Ariel Bustillo, Lucas Burgi y Florencia Hernando, son algunos de los miembros del merendero a los cuales se sumaron varias madres de los asistentes para cocinar y limpiar el lugar.

Por su elogiable labor, el merendero recibió un subsidio de la comuna rosaleña.

Avila expresó que es importante brindarle un mundo mejor a los chicos.

Dijo que el intendente rosaleño, Mariano Uset, le comentó que cuando culminen las obras del playón, educativo, social y deportivo, en el barrio, tendrán allí un espacio para desarrollar sus actividades.

Hoy el merendero se encuentra en un inmueble cedido por una iglesia evangélica.

"Inculcamos valores, esperanza y compañerismo. Queremos acomodar un poco el barrio", dijo Avila, quien integra el movimiento de Acción Católica, a "La Nueva.".

Expresó que la intención es que ellos puedan apreciar más allá de lo que están observando en la actualidad, en el barrio.

Recordó que el nombre de Nudo a Nudo surgió de una canción católica.

"Nosotros damos nuestras manos para poder estar al servicio. Con cada nudo se arma una red. Se pueden llevar a cabo muchas cosas", dijo.

Conforman también Nudo a Nudo Jorge Troncoso, Florencia Fa, Micaela Luna, Agustin Luna, Emiliano Fernández y Johana Avalos.

Avila, de 19 años, quien cursa la licenciatura en Química en la Universidad Nacional del Sur, destacó que colaboran las estudiantes de la carrera de Educación Inicial.

Dijo que los miembros de Nudo a nudo cocinan y cuentan con la colaboración de varias personas.

"Tenemos donaciones. Las recibimos de personas anónimas y de aquellas que quieren colaborar".

Expresó que en la página de Nudo a Nudo en Facebook se exponen las necesidades que tiene el merendero. "Nos ayudan en forma permanente y eso nos encanta".

Recordó que todo comenzó con muy poco. "Hoy se hizo muy grande. Esto nos conmueve mucho".

"Cuando llegué por primera vez recorrí el barrio. Vi la realidad. Muchas familias me invitaron un mate y a entrar a sus casas. Ellos quieren fundamentalmente tener a alguien con quien hablar".

"Dicho gesto es muy valorable", expresó Avila.