Bahía Blanca | Martes, 19 de marzo

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Julio Sosa

Escribe Mario Minervino

Hace 55 años, en octubre de 1962, debutó en la Fonoplatea de LU2 el cantante Julio Sosa, popularmente conocido como “El Varón del Tango”.

Treinta y seis años de edad tenía Sosa cuando llegó para actuar en la Fonoplatea, ocupando el amplio auditorio en el primer piso de Sarmiento 64, donde actuaba en vivo ante los micrófonos de LU2.

Lo acompañó en su presentación la orquesta típica del maestro Leopoldo Federico, “eximio ejecutante del bandoneón e inspirado compositor vernáculo”, según mencionó este diario.

La audición fue auspiciada por vinos Bombara y mostraba al intérprete en su mejor momento. “Julio Sosa nos visita ‘con todo’, por lo cual no extraña que ya se hayan agotado todas las entradas del show”, se anticipó. Sosa, según la crítica, mostró en el escenario “su recio temperamento y una contagiosa ductilidad”.

La presencia del cantante oriental permitió además consultarlo sobre una de las grandes polémicas del momento: si era o no tango lo que hacía Astor Piazzolla.

La respuesta del Varón fue contundente: “Lo que hace Piazzolla no es tango. A mí me conmueven más las dos notas que coloca ‘Pichuco’ que las mil setecientas de Piazzolla”.

Curiosamente, Leopoldo Federico opinó en sentido contrario, destacando la calidad del autor de Adiós, Nonino.

Cuando dejó nuestra ciudad, a Julio Sosa le quedaban 25 meses de vida. La madrugada del 25 de noviembre de 1964, conduciendo su DKW Sport por la avenida Figueroa Alcorta de la Capital Federal, chocó con la columna de un semáforo y sufrió heridas mortales.

Para atender el dolor popular, fue velado en el Luna Park, tal como había ocurrido con Carlos Gardel.

Julio Sosa vivió treinta y ocho años. Su voz sigue maravillando a los amantes del tango.