Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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“Podemos hacer justicia en los diferentes actos de la vida cotidiana”

Mauricio Devoto, secretario de Planificación Estratégica del ministerio de Justicia de la Nación, manifestó que los ciudadanos “debemos afianzar el valor de hacer y dar a cada uno lo que corresponde”.
Foto: Emmanuel Briane-LN.

Gerardo Monforte/gmonforte@lanueva.com

   Los ciudadanos podemos apelar al acatamiento de las leyes, el diálogo, el respeto y la tolerancia para solucionar conflictos y evitar la intervención del sistema judicial.

   “Todos tenemos la posibilidad de hacer lo correcto y dar a cada uno lo que corresponde”, indicó el secretario de Planificación Estratégica del minsiterio de Justicia de la Nación, Mauricio Devoto.

   El letrado tomó parte en las últimas horas de la Cátedra Abierta de Justicia Cotidiana, organizada por el Departamento de Derecho de la Universidad Nacional del Sur.

   “Este es el concepto general y según ese punto de vista todos podemos hacer justicia en los diferentes actos de la vida cotidiana. En el ministerio pensamos y trabajamos sobre una noción casi disruptiva de la justicia, a diferencia de lo que siempre uno cree, que la hacen solamente los jueces o el sistema judicial”, sentenció Devoto, quien inauguró el ciclo de charlas.

   Comentó que “cuando una persona sale a la calle genera miles de vinculaciones con distintos individuos o situaciones que debemos resolver y decidir cómo actuar frente a otros sujetos, ya sea en el ámbito laboral, familiar o de estudio”.

   Devoto considera que una persona “puede hacer o no lo que corresponde y en ese punto se involucra la educación. Debemos afianzar el valor de hacer y dar a cada uno lo que corresponde en la vida cotidiana. La justicia judicial interviene al final, para solucionar aquellas cuestiones en las que no nos podemos poner de acuerdo”.

   Para explicar el concepto señaló el preámbulo de la Constitución, en el que se enfatiza el mandato de “afianzar la justicia”.

   “La Constitución prevé y presume que vamos a cumplir las leyes y hacer lo que corresponde, pero en la sociedad actual sucede que casi todos nos desvinculamos de esa idea. Al entender que la justicia es el sistema judicial, nos desvinculamos de las consecuencias de nuestro accionar menos justo”.

   Según opinó, el propio ciudadano genera una sociedad “menos justa y menos pacífica” por medio de conflictos cotidianos.

   “Nosotros construimos la sociedad y los jueces llegan después, por eso la finalidad de la cátedra es empezar a trabajar en el cambio cultural para la gente común y corriente, que debe darse cuenta que hace justicia en su vida cotidiana”.

   “Es imposible que haya un juez o un policía por persona para que se hagan cargo de las consecuencias de nuestros actos. Hay aproximadamente 2.000 magistrados en todo el país, por eso no tiene sentido pensar que ellos solos van a hacer justicia entre 40 millones de argentinos”, finalizó.

Transgresores

   El funcionario describió que uno de los problemas más graves de los argentinos es la transgresión de las normas.

   “Si cumpliéramos las leyes estaríamos haciendo justicia, pero el argentino tiene predisposición natural a la anomia, la confrontación permanente y la violencia como una forma de solucionar los conflictos. En esto tiene que ver mucho la política”.

   “Necesitamos cambiar eso por una tendencia a la pacificación, al diálogo y al consenso, a pesar de que el conflicto siempre va a existir”, refirió.

   En otro orden, calificó a la modalidad de juicio por jurados como una manera satisfactoria de participación activa de la sociedad en la vida democrática del país.

   Mencionó que ese sistema permite “mayor transparencia” y posibilita democratizar un proceso “en el que intervienen personas que no fueron elegidas por el pueblo, una de las grandes críticas al Poder Judicial”.

Educar en valores democráticos

   Tarea. “Es muy importante la formación en ciudadanía, sobre todo para los jóvenes. Tenemos que educarnos en valores democráticos como la tolerancia, el respeto por el otro y el diálogo”, destacó Devoto.

   Situación. “Deberíamos pensar cómo evitar o disminuir las grandes desigualdades sociales que existen desde hace décadas en Argentina. Los países que tienen las menores tasas de delito no son los que imponen montos de penas más altos, sino los que registran índices inferiores de desigualdad social y pobreza”, agregó.